Una joven de Polonia lleva años tratando de conseguir respuestas por la inesperada manera en que perdió la vista. Aleksandra Sadowska decidió hace 4 años que quería hacerse un tatuaje muy particular: teñir sus ojos de color negro.
Aleksandra tomo la idea de un artista de hip hop conocido como Popek.
El procedimiento es bastante delicado pero hay muchas personas que han tomado la decisión y el resultado no les generado problemas para su salud. Por desgracia, el caso de Aleksandra fue muy diferente.
“Hay una clara evidencia de que el tatuador realmente no sabía cómo llevar a cabo un procedimiento tan delicado”.
Desde el comienzo, sintió que el proceso era mucho más doloroso de lo que ella había esperado. Una vez que el tatuador terminó, pensó que ahora todo sería cuestión de recuperarse y lucir el peculiar estilo que tanto había deseado.
“Él no sabía lo que hacía, pero continuó. Eso fue lo que causó esta tragedia”.
Sin embargo, el dolor no pasó y sólo continuó aumentado con el paso de los días. Un par de semanas después, Aleksandra había perdido la visión de uno de sus ojos y los estudios médicos indican que pronto quedará completamente ciega.
“Sentí como si hubiese pedazos de vidrio frotándose contra mis ojos”.
Su vida ya no ha sido la misma, así que decidió tomar acciones legales contra la persona que hizo su tatuaje. El artista corporal, conocido como Piotr, se encuentra enfrentando cargos por el gran precio que esto ha significado para la salud de Aleksandra.
Piotr se especializa en perforaciones corporales, no en tatuajes.
El proceso judicial comenzó hace más de 4 años pero desde entonces, él ha continuado trabajando en su taller con toda normalidad.
Se declaró no culpable pero todavía queda un largo camino por delante para dar a conocer el veredicto. La joven de 25 años ha acudido a incontables especialistas pero no ha encontrado realmente muchas esperanzas.
“Ningún médico se ha mostrado optimista. El daño ha sido demasiado profundo. Lo más probable es que me quede ciega”.
A pesar del devastador panorama, Aleksandra está dispuesta a seguir adelante con su vida. Por ahora, lo más importante es tratar de conseguir justicia y dar a conocer su caso. Es importante que las personas recuerden lo delicados que pueden ser estos procedimientos.
Aleksandra vive en la ciudad polaca de Varsovia.
Un tatuaje normal requiere de muchísimas medidas sanitarias. Inyectar tinta en los ojos, requiere de alguien mucho más especializado que sepa velar por la salud de sus clientes, de hecho no debería estar recomendado.
No te vayas sin compartir esta noticia. El caso de Aleksandra no es nada aislado así que es hora de crear conciencia sobre este enorme peligro.