No cabe duda de que el amor mueve el mundo y ni siquiera la más grande adversidad puede detenerlo. Como demostró una hermosa pareja de novios que se rehusó a posponer su día de bodas, sin que la celebración implicara un peligro para sus invitados.
Por supuesto, no fue la boda que los novios habían planeado, pero la pareja enamorada de Wisconsin, en los Estados Unidos, no permitió que el coronavirus y el distanciamiento social les impidiera decir “Sí, quiero”.
Tammie Delveaux y Jason Rubenzer, de Menomonie, habían planeado casarse en Jamaica, pero con la creciente preocupación por el COVID-19 terminaron por cancelar su viaje, para evitar terminar varados fuera de su país como sucede con muchos viajeros alrededor del mundo.
Además, a principios de esta semana, el gobernador de su localidad, Evers, también emitió restricciones a las reuniones masivas, incluidas las bodas. Pero un amigo de Tammie tuvo una idea que protegería la salud de los invitados y permitiría a la pareja tener su día especial.
El viernes por la tarde, amigos y familiares de la pareja se reunieron en la Iglesia Luterana “Immanuel”, ubicada en Eau Claire para el gran día. Sin embargo, no todos pudieron entrar al recinto.
Tammie y Jason se casaron adentro de la iglesia, solo con el pastor y los miembros de su familia más cercanos, mientras que el resto de sus invitados aguardaron dentro de sus autos en el estacionamiento, viendo la ceremonia a través de una transmisión de Facebook Live.
Cuando la pareja fue declarada marido y mujer, los invitados a la boda tocaron las bocinas de sus autos como señal de júbilo y celebración.
“Siento extrema felicidad y alivio de que esto pueda ser tan especial como lo fue. El amor que todos tienen por nosotros hizo que esto sucediera”, dijo Delveaux.
Posteriormente, la pareja volvió al estacionamiento donde esperaban sus seres queridos para saludarlosa la distancia, pero unidos por el vínculo de la amistad y el amor.
“Ha sido una semana bastante salvaje. A pesar de todo el caos alrededor, todavía hay luz y felicidad”, señaló Rubenzer.
Los novios, junto a su séquito, desfilaron en caravana para celebrar juntos en una recepción íntima para no contribuir a la expansión del mortal virus.
Pese a todo, los recién casados afirman que están más que emocionados de haber logrado unir sus vidas en matrimonio y no pierden las esperanzas de poder viajar a Jamaica, como tenían planeado, cuando el coronavirus de tregua a la humanidad.
Si bien estamos atravesando por momentos difíciles, no debemos dejar de sonreír. Más pronto de lo que esperamos, todo mejorará y podremos volver a la normalidad, uniéndonos en un gran abrazo con nuestros seres queridos.
El gesto de esta pareja demostró que el amor todo lo puede y que es posible ser conscientes y cumplir con las medidas de seguridad ante el coronavirus. Comparte esta memorable boda.