Aunque en la actualidad se han logrado muchos avances en las legislaciones para permitir el matrimonio entre personas del mismo género, no es del todo fácil el registro con el apellido de ambos progenitores de los hijos que nacen o se adoptan de tal unión. Eso lo saben muy bien dos mujeres en México, y su lucha sin descanso sentó un precedente.
Carla Sofía y Yaneli Barrera son dos mujeres que viven en Cuernavaca, Morelos, y después de una sólida relación decidieron unir sus vidas en matrimonio. Algunos estados en México lo permiten y en los que no, es posible solicitar un amparo ante los artículos que lo limitan mediante la interposición de un trámite ante un juez federal.
La feliz pareja se casó en el 2017, y decidieron dar el siguiente paso para consolidar su unión: querían tener un hijo. A través del método de inseminación artificial realizada en Carla Sofía, pudieron hacer realidad su sueño de ser madres.
El pasado 02 de julio del 2019 vino al mundo el pequeño Lucca, y sus madres decidieron cumplir con el primer paso en el inicio de la legalidad en estos casos, pero cuando acudieron a registrarlo, comenzó el camino de dificultades para lograr que llevara el apellido de ambas.
A los 20 días de nacido las mujeres se dirigieron al Ayuntamiento de Cuernavaca y solicitaron el registro, pero la petición fue denegada aduciendo a razones biológicas. Ellas no se quedaron con esa respuesta e insistieron, pidieron apoyo a la Dirección de Diversidad Sexual del estado.
“Me gustaría que les dieran más facilidades a las parejas. Hubo discriminación, y aseguran que defienden los derechos de los niños, pero en realidad se los vulneran”, afirmó Yaneli.
Se perdió todo un año, y Lucca estuvo fuera del uso de su derecho de seguridad social, guardería, controles de niños sanos, entre otros tantos beneficios que le correspondían por no tener un acta de nacimiento donde aparecieran los apellidos de las madres.
“En ese tiempo estuvo totalmente desprotegido, sin derecho a nada y pudo haber enfermado o contagiarse de COVID-19, pero porque legalmente no tenía una identidad no tenía ninguna protección y tuvimos que pagar dinero para sus controles médicos, que tal vez, en ese momento no teníamos”, expresó Carla Sofía.
Finalmente, el juzgado primero de Distrito dictaminó que el documento de solicitud inicial no tenía sustento jurídico y sentenció a favor de Carla Sofía y Yaneli. El Ayuntamiento les entregó la copia certificada del registro de nacimiento y ahora el niño tendrá acceso a todos los beneficios que establece la ley.
“Esto era algo nuevo para todos, empezamos desde cero y aprendimos sobre la marcha y ahora que ya sabemos cómo hacerlo podemos ayudar a otras personas para que otras mujeres que quieran tener un hijo puedan registrarlo”, declaró la agradecida Yaneli.
La noticia fue compartida en las redes sociales y las opiniones fueron diversas y encontradas. La gran mayoría opinaban a favor de la igualdad de derechos de las parejas y familias homoparentales, pero otras, no estaban del todo de acuerdo.
Y aunque la opinión de todos debe ser respetada, no es menos cierto que la felicidad y seguridad de los niños es lo que realmente debería imperar, y sin duda Lucca está muy bien en esos aspectos porque cuenta con dos madres dispuestas a velar por su bienestar.
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