Nima y Dawa Zhangmo nacieron unidas por su pecho, viajaron con su madre Bhumchu Zhangmo desde Bután, al sur de Asia hasta Melbourne, Australia haciendo un recorrido de 26 horas con escala en Bangkok.
La finalidad del largo viaje de las niñas de 14 meses era llegar al Royal Children’s Hospital donde serían sometidas a un procedimiento quirúrgico para separarlas, el jefe de cirugía pediátrica, el doctor Joe Crameri junto a un equipo de 18 profesionales de la salud, médicos y anestesistas, se encargaron de la compleja operación.
Las gemelas estuvieron en el quirófano durante seis horas hasta que finalmente sus órganos fueron separados.
Afortunadamente el resultado de la operación fue exitoso, el doctor Crameri conversó con los medios de comunicación para declarar que a pesar de los riesgos todo había salido tan bien como tenían previsto.
Las niñas compartían su hígado, “pudimos separar ese órgano sin hemorragia, eso fue un gran logro”, comentó el médico, quien explicó, además, que también dividieron el intestino de las niñas.
El estado de salud de las gemelas antes de operación era delicado, tenían desnutrición, comparten la circulación y representaba un riesgo para ellas el efecto de la anestesia y los fármacos administrados.
Nima y Dawa se han recuperado favorablemente, realizan sesiones de rehabilitación en la Fundación Children First, con un equipo de fisioterapeutas que luchan para ayudarlas a mejorar su calidad de vida.
Las gemelas podrán tener una vida normal gracias a un donante que hizo posible que se realizara la cirugía para separarlas y que finalmente pudieran ser independientes.
Una de las enfermeras del hospital donde las atendieron comentó: “Ellas son muy traviesas, nunca están lejos una de la otra, siguen durmiendo en la misma cama y se acurrucan juntas”. Cuando el personal del hospital intentó acostarlas en camas separadas ambas expresaron su mal humor, se resistían a estar lejos.
Tras 16 meses viviendo unidas a través de su torso no percibían la vida de otra manera.
“Tratamos de separarlas un poco, pero se las arreglaron para volver a juntarse y tener sus piernas entrelazadas”, aseguró Smith, la enfermera.
Las gemelas estuvieron ingresadas en el hospital hasta finales de noviembre del año pasado, poco a poco se recuperan de la cirugía y se adaptan a su nueva vida.
Nima y Dawa, cuyos nombres significan Sol y Luna, han recuperado la esperanza, sus padres están muy agradecidos con el trabajo de los médicos y fisioterapeutas que les han ayudado.
El doctor Joe Crameri, cirujano de las gemelas, comentó: “Las áreas que trabajamos durante la cirugía están sanando bien y las niñas están recuperándose y teniendo una vida más normal.
La historia de las gemelas es inspiradora, pero hay algo que ha logrado conmover a todos y es que a pesar de que han sido separadas ambas aman permanecer muy cerca y acurrucarse para dormir.
Su amor es incondicional y no tiene límites, su madre está conmovida por verlas recuperarse satisfactoriamente.
Afortunadamente, lograron sobrevivir a la compleja operación y crecerán corriendo, jugando, saltando, sin ninguna dificultad. Compártelo.