Para Shakira, la mejor manera de drenar e intentar calmar toda la turbulencia que la agobiaba, tras la traición del hombre a quien amó con locura e incluso dejó de lado sus proyectos personales por apoyarle, fue estrenar una canción. En ella, sin contemplación alguna lanza fuertes dardos a su expareja Gerard Piqué, y su nueva novia Clara Chía.
Shakira rompe el silencio tras las críticas por arremeter contra la novia de su ex
Junto al productor argentino Bizarrap, lanzó Music Sessions #53, un tema que se convirtió en un hit musical y que aún estamos asimilando tras la fuerza y furia que Shakira interpreta el polémico tema de despecho.
La cantante colombiana ha reaparecido después de su demoledor ataque en forma de versos en el que nadie se salva. A Gerard Piqué, su novia Clara Chía, e incluso a la exsuegra, quien también es vecina de Shak, le debieron hacer ruido sus palabras que los señala con tanta rabia y de manera directa.
Sin duda alguna, este tema y el último que hizo con Karol G (TQG), fueron para Shakira una especie de catarsis. Incluso podríamos decir que la mejor terapia, ganándose la admiración de miles de personas quienes aplaudieron su valentía al atreverse a contar sin posturas raras ni apariencias engañosas, su traición y el dolor.
Sin embargo, también están quienes la criticaron y la etiquetaron de «misógina y machista» por las referencias hacia el nuevo amor de su expareja, concretamente en Music Sessions # 53.
Este tema, no solo se convirtió en un hit musical sino que se ha convertido en un tema de debate debido a todos los mensajes implícitos y la manera en que Shakira expresó su dolor. Muchos aseguran que no canalizó sus emociones de la mejor manera y sobrepasó los límites al meterse con otra mujer.
Durante todo este tiempo, la cantante barranquillera se mantuvo al margen de toda esta situación, pero finalmente ha decidido romper el silencio y responder a las críticas.
Shakira levanta la voz por primera vez después de mucho tiempo
A través de sus historias de Instagram, la colombiana citó al periódico El Heraldo de su ciudad natal, para dejar claro que criticar a una mujer por la manera en que expresa su dolor, es cosa del pasado.
“Quienes se arrogan el derecho de fungir como miembros de una policía de las buenas costumbres o las formas elegantes para espetarles a las mujeres estusadas cómo manifestar su tristeza o enojo de acuerdo con las normas convencionales, se equivocan”.
Evidentemente, para Shakira lo más importante era expresarse y gritar a los cuatro vientos todo lo que sentía, aunque muchos la ven como una “ardida”.
Citando al medio local, deja claro su postura ante una sociedad que pretende que las mujeres sigan siendo sumisas ante el dolor causado por el otro.
“Deberían de enterarse de una vez por todas que hace rato quedaron atrás los tiempos del fariseísmo en los que los trapos sucios se lavaban en casa. Al que le caiga el guante que se lo aguante como mejor pueda. Ni mojigatería ni sumisión frente al machismo de una sociedad que cancela a las mujeres”.
Entre las frases más contundentes del citado artículo se encuentran:
«Piqué dañó a la loba que ahora aúlla en su contra». «Esta diva implacable rompe esquemas sobre los convenientes silencios alrededor de las rupturas de parejas famosas y pudientes». «Alecciona a otra mujeres sobre cómo empoderarse tras ser despreciadas». «Exhibe públicamente con extraordinaria dignidad su corazón roto en mil pedazos».
Y es que, Music Sessions, Vol. 53 se ha convertido en un himno de empoderamiento femenino, una canción que desde la traición y el dolor insta a las mujeres a romper con los patrones establecidos por la sociedad para superar una “tusa” y volverse inquebrantables.
La polémica va más allá del mero hecho de que la intérprete haya decidido escribir una canción en contra de su expareja, sino también en «no dejar títere con cabeza», y mencionar de todas las formas posibles a la nueva novia del exjugador.
Mientras el debate no cesa, la cantante colombiana sigue facturando y disfrutando. Después de todo, para Shakira ya no estamos en los tiempos de quedarnos calladas ante las traiciones.