Para muchas mujeres en el mundo con 40 años de edad, su mayor deseo es tener la misma apariencia que tenía a sus 20, y es que por más cuidado alimenticio y ejercicio físico, es difícil obtener esos resultados. Afortunadamente, una madre de 41 años ha quebrantado las leyes biológicas aparentado tener 20 años.
Shimmi Mushi, es una madre soltera de 41 años, residenciada en Bolton, Inglaterra, quién tiene la peculiaridad de aparentar la misma edad de su hijo, Ameen, de 20 años.
La mujer tuvo a su hijo a los 21 años y desde ese momento su vida se ha basado en Ameen. Desde temprana edad, tuvo que ingeniárselas con el trabajo y la maternidad, pensando en todo momento en obtener lo mejor para él.
Cualquiera que tuviera un estilo de vida agitado, pensaría que debido al estrés la edad se notaría más rápido. Pero esta mujer está mostrando ser la excepción a la regla, a pesar de su vida agitada, el estrés no ha hecho que envejezca rápido, todo lo contrario, se ha detenido.
Sin saber cómo, Shimmi ha descubierto el secreto de la eterna juventud. Conocidos y madres de los amigos de su hijo, siempre se acercan a preguntar qué es lo que realmente hace para mantenerse de tal manera. Mientras todos sus cercanos envejecen, ella disfruta de una apariencia fresca.
“Personas me preguntan si me he realizado alguna operación o qué tipo de cremas para la piel utilizo, todos ansiosos por saber mi secreto, pero se desilusionan al saber que no tengo alguno, es un misterio absoluto”, expresó Shimmi.
Su rutina de belleza es simple, consiste en crema hidratante económica, toallitas húmedas para bebés, toma de vez en cuando té verde y abundante agua, asiste de vez en cuando al gimnasio y tiene un bajo consumo de alcohol, es una mujer libre de tabaco, con cuidados simples, nada en exceso ni extraordinario.
La mayoría del tiempo, las personas tienden a confundirla como la hermana de Ameen, hay quienes incluso creen que es su novia por el vínculo tan especial que tienen. El día de la graduación de su hijo, los compañeros de clases y profesores de Ameen en medio de la reunión le dijeron: “Realmente preferiríamos ver a la madre de Ameen”, creyendo que era su hermana.
Hace unos años, Shimmi y Ameen, viajaron a Polonia y realizaron una excursión, la guía turística no podía creer que fueran madre e hijo, pensaba que era una broma. De igual manera, en un viaje a Turquía, todo aquel que los conocía pensaba que eran hermanos.
A la madre le han pedido su identificación a la hora comprar alcohol y hay quienes le han negado hasta servirle un trago por creer que es menor de edad.
“Vale la pena ver la cara de los vendedores cuando les entrego mi identificación. Me siento como la versión femenina de Peter Pan, la chica que nunca creció”, dice la mujer.
Es grandioso cómo los genes de esta mujer le han dado ese juvenil aspecto. ¡Recuerda compartir la historia de la chica Peter Pan con tus amigos!