Desde hace varios años el helicóptero se había convertido en el medio de transporte predilecto del jugador Kobe Bryant. Para él era una gran ventaja optimizar el tiempo de sus traslados y no estar durante horas sentado en el interior de un auto, algo que no era favorable para su condición física.
“Si no lo tengo, no vengo a la ciudad”, aseguró el legendario jugador de básquet en una entrevista con Jimmy Kimmel.
En el programa le preguntaron si sabía pilotear la nave y él respondió: “No, no. Apenas confío en mí detrás del volante de un auto”.
El jugador de Los Ángeles Lakers arribaba a las prácticas deportivas en helicóptero, en un partido homenaje dedicado a él también lo hizo, y en muchas otras ocasiones.
Cada vez que participaba en un partido que se disputaba en el estadio Staples Center con Los Angeles Lakers, el equipo para el que jugó 20 temporadas, llegaba en helicóptero. Solía utilizar este medio de transporte como si se tratara de un vehículo común.
El pasado domingo, Kobe Bryant perdió la vida en un accidente en helicóptero en el área de Calabasas, cerca de Los Ángeles, California. Viajaba junto a su hija de 13 años, Gianna María, y otras siete personas, ninguna sobrevivió.
La aeronave en la que ocurrió la tragedia no era del ex jugador de básquet, la alquilaba cada vez que utilizaba. Era un Sikorsky S-76 Spirit, un modelo bimotor de tamaño medio diseñado por Sikorsky Aircraft Corporation. Tenía capacidad para 14 personas.
El helicóptero cayó a 30 kilómetros del noroeste del centro de Los Ángeles dejando una nube de humo que se apreciaba en la ciudad.
Era cotidiano para Kobe trasladarse en este tipo de aeronave incluso en su época de jugador, también para asistir a los entrenamientos de su hija Gianna, quien también falleció en el trágico accidente.
Ella era la segunda mayor de las cuatro hijas de Bryant con edades comprendidas entre los 17 años y los 7 meses.
En el momento del siniestro Bryant y el resto de los pasajeros se dirigían a la Academia Mamba, fundada por la estrella de los Lakers, en el lugar tenían previsto participar en una práctica deportiva.
Las autoridades investigan las causas del trágico accidente, el domingo los reportes meteorológicos resaltaban la presencia de niebla y baja visibilidad en el área cuando se precipitó el helicóptero.
Josh Rubenstein, vocero de la policía, declaró ante los medios de comunicación: “La niebla era suficiente como para no volar”.
Inmediatamente después del accidente los bomberos y agentes de la policía se dirigieron al área para extinguir las llamas que consumían los restos del helicóptero e iniciar las labores de rescate.
El accidente ocurrió en un área de difícil acceso, los miembros del cuerpo de bomberos tuvieron que escalar para llegar.
Ningún vecino del área resultó afectado porque la aeronave impactó en una zona montañosa en la que no hay viviendas.
El mundo del deporte está de luto por tan irreparable pérdida, miles de personas expresan sus condolencias a la familia de Bryant y de todas las víctimas, comparte un mensaje de solidaridad.