Perder a un hijo es un dolor punzante en el corazón de cualquier madre, pero peor aún resulta cuando la pérdida es doble y bajo condiciones realmente lamentables. Esta es la triste situación que enfrenta la madre de unos gemelos de 21 años que perdieron la vida a principio de este año, después de que uno intentara salvar al otro hermano.
Se trata de los jóvenes Diego y Diogo Lima quienes se encontraban en compañía de dos amigos más el martes 05 de enero, cuando partieron de este mundo.
Los chicos habían ido a la playa Arpoador, en la Zona Sur de Río de Janeiro, para disfrutar de los días de vacaciones y pasar un rato ameno, sin imaginarse que juntos encontrarían la muerte.
Según los testigos, Diogo fue el primero en entrar al agua y enfrentarse al mar embravecido. En ese momento su hermano Diego fue a su rescate, pero la marea los arrastró hasta la profundidad y no pudieron salvarse.
Los chicos fueron rescatados por bomberos del cuartel de Copacabana, quienes intentaron revivirlos, pero ya era demasiado tarde. Esta pérdida ha sido un duro golpe para toda la familia y para todos sus amigos y allegados.
Estos hermanos tenían toda una vida por delante.
Los gemelos compartían no sólo rasgos físicos, sino la pasión por el fútbol. Diego y Diogo eran fanáticos del club deportivo Flamengo.
Como muchos jóvenes de su edad, los hermanos disfrutaban del deporte rey.
De hecho, en medio del dolor por la partida, Guilherme Medeiros quien era amigo de la infancia de los gemelos, decidió hacer una petición pública al deportivo.
El joven propuso que los hermanos fuesen honrados con un minuto de silencio en el partido contra Fluminense por el Campeonato Brasileño. La solicitud de Guilhermo se hizo viral al igual que otras dedicatorias que tocaron el corazón de todos en las redes.
Una de la maestras de los hermanos Lima compartió una palabras que tocaron la fibra más sensible de quienes los conocieron.
“Diogo y Diego, son la mayor prueba de amor, celo y lealtad entre hermanos que tuve el privilegio de conocer en esta vida. Y estoy segura que vivieron juntos y se fueron juntos porque ese era su lema. Siempre juntos. Ellos dejaron un legado hermoso, hermoso, hermoso para todos nosotros. Siempre estuvieron dispuestos a ayudar a todos y no había nadie a quien no le agradaran», escribió la maestra Janaina Goulart.
La partida de estos jóvenes ha dejado un profundo dolor en el corazón de quienes los conocieron, pero sin duda que su ejemplo de lealtad logró calar en la vida de más de una personas.
Diego no lo pensó dos veces y se lanzó al agua para salvar a su hermano, seguramente Diogo también hubiese hecho lo mismo de haber ocurrido en caso contrario.
Que Dios les dé a estos jóvenes la gloria que merecen pues en tierra ya han dejado un gran legado de hermandad, comparte esta noticia y eleva una oración por el descanso de estos hermanos.