Rob Moobery conoció a Amanda cuando trabajaba en el Cosmopolitan Hotel de Las Vegas, Nevada, Estados Unidos.
Amanda era camarera y Rob el bartender. Y desde que se vieron fue amor a primera vista. Al poco tiempo que comenzaron a salir, el destino puso a prueba su relación, pues a Rob le diagnosticaron cáncer.
El joven no sabía que sus constantes malestares y dolores de estómago eran crónicos, pero al año de haber conocido a Amanda, había perdido 30 kilos.
Amanda y Rob comenzaron a salir a pocos días de conocerse.
Vieron a varios doctores pero ninguno podía darle un diagnóstico hasta que un cirujano decidió analizar su sistema digestivo en una cirugía, porque, aseguró “ningún hombre pierde 30 kilos en un año”.
Pero la cirugía no trajo la solución, sino que les dio una noticia devastadora: Rob tenía cáncer de colon en estado avanzado y durante la cirugía removieron un tumor de gran tamaño.
Los doctores no le dieron a Rob un diagnóstico esperanzador.
Pero lo peor esta por venir, pues el cáncer se había extendido a sus intestinos, nódulos linfáticos y vejiga. Y los doctores le diagnosticaron a Rob sólo algunas semanas de vida.
“Una noche, mientras estaba en la cama del hospital junto a Rob, me miró y me susurró ‘Me quiero casar’” recuerda Amanda. “Inmediatamente grité ‘¡Yo también!‘”.
En el hospital decidieron casarse.
Así fue como Rob y Amanda se casaron dos días antes que empezara el tratamiento con radioterapia en el hospital, seguido de la quimioterapia.
Al principio el tratamiento no fue efectivo y la pareja decidió dejar los tratamientos tradicionales y comenzar con terapias alternativas.
“Los dos cambiamos la dieta y nos volvimos veganos, experimentamos con diferentes hierbas e incluso nos hicimos enemas de café” cuenta Amanda.
Rob y Amanda se casaron dos días antes de comenzar el tratamiento para el cáncer.
La pareja estaba feliz de poder concretar su sueño.
Los doctores los cuestionaron, pues no hay evidencia científica de que los tratamientos alternativos puedan curar el cáncer.
Pero, milagrosamente, luego de tres semanas, Rob volvió a hacerse tomografías que mostraron que su cuerpo había eliminado el 80% del cáncer.
Para diciembre de 2014, no había señales de la enfermedad en su organismo.
El antes y el después de Rob.
Su historia se volvió viral en todo el mundo, pues mucha gente le atribuyó a la dieta vegana su sanación, pero Rob asegura que su dieta no fue la cura para su cáncer.
Sin embargo, si espera que otras personas tomen la decisión de tener un estilo de vida más sano.
Cuando la salud de Rob estuvo asegurada, la pareja decidió tener hijos, por lo que tuvo que recurrir a la fecundación in vitro, ya que la radioterapia había dañado el cuerpo del joven.
Finalmente, Amanda quedó embarazada de gemelos y en el 2016 nacieron sus tan esperados hijos.
La pareja estallaba en felicidad al saber que iban a ser padres.
Rob y Amanda son felices juntos criando a sus hijos.
“Es muy descabellado pensar que unos años atrás teníamos todas las probabilidades en contra, pero esto te muestra que el amor puede generar milagros” asegura Amanda.
Para la pareja, no hay nada que el amor no pueda lograr.
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