El amor de una madre es el sentimiento más grande, limpio y sincero que una mujer puede experimentar. El afecto maternal es capaz de lo que sea por el bienestar y la felicidad de un hijo, una fanática brasileña del fútbol es el vivo ejemplo de esto.
Silvia Grecco es una empresaria nacida en Brasil, cuando supo que estaba embarazada, la alegría fue inmensa, pero su bebé nació mucho antes del tiempo normal y pesando medio kilogramo.
Nikollas presentó problemas que impidió la formación de su retina, era ciego y tenía autismo leve, pero su madre se propuso sacarlo adelante, tenía que encontrar la forma de ayudarlo a enfrentar la vida.
A ella, desde niña le encantaba el fútbol, lo sentía parte de su vida y eso se lo transmitió a su pequeño, creando un sólido vínculo entre madre e hijo.
Llevaba al niño a ver a Palmeiras, el popular club de fútbol brasileño, rápidamente se percató de que Nikollas se sacaba los auriculares y escuchaba los gritos y aclamaciones de los fanáticos a su alrededor, pero no entendía lo que ocurría.
La comprensiva madre, se dio a la tarea de ir narrándole todo lo que iba aconteciendo en el terreno de juego.
“Y entonces empecé a narrarle sutilmente todas las jugadas. Así, se hizo natural que yo le contase el partido. Describo también los detalles del ambiente, las características de cada jugador, si tienen el pelo teñido, mangas largas, el color de sus botas… Narrar los goles es, sin lugar a dudas, la parte más emocionante”, explicó en detalle la madre.
Gracias a su dedicación, amor y entrega, el niño ha podido apreciar el fútbol en toda su magnitud, y a la vez ha facilitado el proceso de socialización con las personas que le rodean.
“En el estadio se siente completamente libre: se transforma, se siente a gusto, se pone de pie, anima y salta. Nikollas se convierte en otro niño. Yo soy los ojos de Nikollas. Realmente intento transmitirle lo que estoy sintiendo, con la emoción de una madre hincha y narradora”, afirma Silvia.
La FIFA supo del caso y reconoció el esfuerzo de la mujer, incluyéndola entre los finalistas al mejor fan en los Premios The Best 2019. Estaba agradecida, especialmente porque de esa manera logrará resaltar la necesidad de valorar a las personas discapacitadas.
“Gratitud. Que honra este reconocimiento. Aumenta nuestra responsabilidad en nuestra misión. Las personas con discapacidad existen y necesitan ser incluidas y respetadas. El fútbol tiene ese poder. Puedes ayudarnos votando”, dijo la finalista.
Le toca competir con otros fanáticos, los holandeses conocidos como ‘La marea naranja’ de la última Copa mundial de fútbol femenino; y con el uruguayo Justo Sánchez, padre del fanático del Rampla Juniors.
El 23 de septiembre se conocerá el ganador, en una ceremonia que se realizará en Milán, Italia.
Pero más allá del veredicto final, Silvia Grecco ya ganó el mejor de los premios: La mejor madre del mundo, porque lo que hace por su hijo invidente es digno de galardonar.
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