La lucha contra el coronavirus ha generado un fuerte impacto en miles de familias. El COVID-19 comenzó a propagarse a toda velocidad por el mundo entero y ha dejado a miles de hospitales abarrotados. Scott Miller es un hombre que logró sobrevivir la terrible enfermedad pero tuvo que enfrentar la noticia más dura que jamás recibió en su vida.
Scott vive en la ciudad de Edimburgo en Escocia.
Scott vivía en un apartamento junto a su esposa y su madre, Norma, quien sufría de demencia y necesitaba asistencia. La tragedia comenzó a mediados de marzo cuando la madre de Scott se cayó y sofrió varias heridas.
De inmediato, una ambulancia la llevó al hospital y para descartar cualquier problema, le hicieron una prueba de coronavirus.
La esposa de Scott tenía 69 años de edad, mientras que su madre tenía 76.
Lamentablemente, la prueba dio positivo. Muchos estudios han demostrado que el COVID-19 puede resultar fatal para personas de la tercera edad. Norma pasó varios días intentando luchar contra la enfermedad y tan sólo un par de días después Scott fue ingresado por mostrar alarmantes problemas respiratorios.
Norma y Scott fueron atendidos en el mismo hospital, pero en pabellones distintos.
Su condición empeoró tan rápido que los médicos decidieron que lo mejor sería inducirlo al coma y permaneció así durante semanas. Scott pasó tanto tiempo en la Unidad de Cuidados Intensivos que no supo que su esposa y su madre habían perdido la vida con tan sólo 7 días de diferencia.
“Un domingo recibimos una llamada en donde supimos que Norma había perdido la vida. También nos dijeron que Scott estaba muy mal. Era posible que no lo lograra”, dijo Sharlene Miller, la cuñada de Scott.
Había desarrollado neumonía, varios coágulos de sangre y sus riñones estaban fallando. Los médicos estaban a punto de perder toda esperanza cuando finalmente Scott logró recuperarse. Era un verdadero alivio, pero fue devastador tener que explicarle que tendría que regresar a una casa completamente vacía por los estragos del coronavirus.
“Cuando desperté, tuve el presentimiento de que algo malo había sucedido. No podía creerlo. Fue muy difícil”, explicó Scott.
Han pasado cuatro meses desde entonces y Scott todavía no se siente preparado para volver a trabajar, su vida dio un impacto terrible para el que nadie se encuentra preparado. Por ahora, lo único que quiere es ayudar a crear conciencia para que todos comprendan la gravedad del COVID-19.
Acompañamos a Scott en su terrible pérdida. Comparte esta nota para ayudar a crear conciencia y dar a conocer su desgarradora historia.