Jade Marja, de 23 años, es de Farmville, Virginia, ha tenido que enfrentarse a las dramáticas consecuencias de su condición física: tiene un exceso de vello corporal conocido como hirsutismo.
Además, lucha contra el sobrepeso, acné, pérdida de cabello y la infertilidad.
Pero lo que más le ha afectado es el exceso de vello corporal que la convierte en blanco de miradas y comentarios negativos en cualquier entorno por “ser demasiado peluda”.
Confesó que introducía a escondidas una rasuradora al colegio para poder afeitar cada día su rostro y sus brazos.
“Recuerdo depilarme los brazos, y usar una rasuradora. Es horrible recordar eso ahora”, recordó la joven, quien resaltó que todos los días se afeitaba al menos dos veces.
Cuando tenía 19 años, en el año 2016, le diagnosticaron síndrome de ovario poliquístico (PCOS por sus siglas en inglés), una afección que interfiere en el funcionamiento de los ovarios de las pacientes.
“Tengo Síndrome de Ovarios Poliquísticos, lo que significa que hay mayor testosterona en mi cuerpo como mujer. Me criticaron bastante por ser ‘demasiado peluda’ y por tener demasiado vello facial”, relató Jade.
“Me enteré cuando tenía 19 años mi diagnóstico, tenía vello en todo mi cuerpo, una voz más gruesa que el resto de las chicas, períodos irregulares, sobrepeso, acné, pérdida de cabello e infertilidad”, relató.
Esta afección también causa períodos menstruales irregulares, exceso de andrógenos, y altos niveles de hormonas masculinas en el cuerpo.
La joven alguna vez consideró someterse a una cirugía de reasignación de género después de ser cruelmente intimidada por el vello que crecía en su rostro.
“Pensé que si hacía una transición al género masculino resolvería mis problemas ya que la mayoría de la gente no cuestiona a los hombres que tienen vello facial”, dijo Jade.
“Lamentablemente, esto me hizo muy infeliz durante los últimos dos años. Los roles de género están establecidos en la sociedad y me afectó mucho tener que adoptar comportamientos con los que no me sentía identificada”, relató.
En junio del año pasado, Jade descubrió a través de las redes sociales información de otras mujeres que también tenían un exceso de vello facial, confesó que no sabía que había una comunidad de mujeres con la misma condición.
En ese momento decidió salir con una amiga que había conocido a través de las redes.
“Fue extraordinario para mí porque no sabía que había otras personas como yo y que se sentían orgullosas de su vello facial. Recuerdo llorar porque me di cuenta de que no tenía que estar siempre avergonzada por cómo soy. Todavía hay momentos en los que lucho para aceptarme, estoy aprendiendo sobre el amor propio”, dijo Jade.
Comentó que su vida cambió desde que comenzó una relación amorosa con la joven que conoció en las redes.
Aumentó la confianza en sí misma y la ayuda a mejorar su autoestima.
“Mis amigos lo manejan muy bien, supongo que han visto más cosas raras. Mi familia no lo asume de la misma forma, les resulta extraño”, dijo Jade.
Finalmente, después de 8 años afeitando su rostro al menos una vez al día decidió dejar de hacerlo.
Quiere que a través de su decisión otras personas puedan aceptarse, le duele que la llamen monstruo y la describan como algo raro. Pero en esos momentos recuerda a las personas buenas y amables que ha conocido y que comprenden su condición.
“Quiero que las personas sepan que no están solas y que no son menos hermosas por tener Síndrome de Ovarios Poliquísticos o hirsutismo. Estarás atrapado contigo durante el resto de tu vida así que al menos debe gustarte el cuerpo en el que estás”.
Comparte el testimonio de esta joven que puede ayudar a otras personas a confiar en sí mismas y derribar los estereotipos de belleza.