Cuando se deja que los niños actúen libremente, desde el corazón, se pueden tener grandes sorpresas que nos conmueven el alma. Tal como demostró un pequeño de 7 años de edad que decidió darle el mejor uso al dinero destinado inicialmente para su cumpleaños
Dylan Virtudazo, residente de Houston, Estados Unidos, se encontró con la triste noticia de la cancelación de su fiesta de cumpleaños en agosto del 2020, debido a las medidas implementadas por el brote de coronavirus.
Para compensar la cancelación, su familia decidió darle el dinero que utilizarían para celebrarlo. Pero el niño no tenía la menor idea de cómo utilizar su dinero, hasta que uno de sus profesores les preguntó a todos los estudiantes en clase qué harían el Día de Acción de Gracias.
Dylan siempre ha mostrado una gran preocupación sobre el bienestar de los demás, tanto el de los miembros de su familia como el del resto de personas, especialmente se preocupa por el de quienes son vulnerables y están en una situación difícil.
Por ello, el niño tomó la gran decisión de armar varios paquetes para que las personas necesitadas pudieran protegerse del coronavirus. Dylan llamó a su proyecto “bolsas de bendición”, las cuales incluían mascarillas, jabón en barra, hojas para afeitar, gel antibacterial, agua, bocadillos y una linda nota en la que el pequeño les recordaba lo especiales que son:
“¡Tú importas, Dios los bendiga!”, podía leerse en la nota que colocó cuidadosamente en cada bolsa Dylan.
Con el dinero para su cumpleaños, este pequeño logró armar 50 bolsas de bendición. Nancy Virtudazo, la madre de Dylan, condujo junto a sus hijos por diversos refugios. Sin esperar que una de las personas beneficiadas rompería en llanto al descubrir que un niño fue quien tuvo la iniciativa del gran gesto, ocasionando que los demás presentes también derramarán lágrimas.
“Solo quería ayudar a mucha gente. Veo muchas personas sin hogar en la calle, me entristece porque me pregunto qué pasó con ellos”, comentó Dylan.
La mejor recompensa para este empático niño fue ver la reacción de las personas al recibir las bolsas: sus rostros reflejaban infinita felicidad al comprobar que aún existe bondad en el mundo.
Se estima que en Houston existen al menos 4 mil personas sin hogar que deambulan por las calles sin alimento y cobijo, Dylan ayudó a hacer mejor el día de algunos de ellos.
Los niños son la única oportunidad que tenemos como sociedad para creer en la esperanza de un mundo mejor. Enseñémosles a compadecerse con el dolor de los demás y, sobre todo, a hacer algo para ayudar a las personas que lo necesitan.
Se necesitan más niños como Dylan, capaces de ver por los demás
Comparte este gran gesto de empatía con todos tus amigos y cuéntanos ¿en qué ocupas tu dinero de cumpleaños?