Conseguir la pareja ideal es algo con lo que muchas personas sueñan. Las fórmulas y los medios por las que las parejas se conocen han cambiado con el tiempo. Y es que sabemos bien que como, en todo, Internet se ha vuelto el escaparate para encontrar lo que más te gusta y al instante; no sólo la última tendencia de moda, sino también –por qué no- esa pareja ideal que hará latir intensamente tu corazón.
Se han popularizado otros medios no convencionales, como son los chats en línea, en los que las parejas quedan y muchas veces de ellos resultan uniones duraderas. Pero sabemos que no es tan sencillo como parece, y más de una mujer u hombre se han llevado una desagradable sorpresa.
Tinder
Esta es la historia de una chica, identificada como Stephanie Hoskins, de 23 años de edad, quien decidió dar de alta su perfil en Tinder, donde conoció a un hombre llamado Brett Goodman, de 29 años. Como sucede en estos casos, empezaron a entrar en contacto, todo parecía ir bien y por lo tanto decidieron quedar para conocerse en persona y empezar a salir.
Verse y caer perdidamente enamorados fue una sola cosa. La relación tenía visos de prosperar, habían muchas cosas en común entre los dos y un futuro por delante prometedor: él era un trabajador rico de exploraciones petrolíferas y ella tenía ahorros suficientes con los que podrían empezar una vida juntos. ¿A que suena bien, verdad?
Brett asumió el reto y después de unos meses le regaló un anillo de compromiso y le propuso matrimonio. La chica, que estaba muy enamorada, no dudó en decir que sí. Y a partir de allí empezaron todos los preparativos para la anhelada boda.
Así, fijaron la fecha para la boda, pero a partir de entonces la historia empezó a perder su color de rosa. Lo primero que sucedió fue que Brett le dijo a Stephanie repentinamente que quería adelantar la boda.
Se justificó diciendo que su abuelo estaba muy enfermo y que era posible que falleciera antes, así que no le quería privar de darle esa alegría. A la chica no le quedó otro remedio que aceptar.
Posteriormente, cuando fueron a firmar los papeles relacionados con la boda, empezaron a haber complicaciones con el apellido de Brett y le comentó a Stephanie que debía escribir Joseph en lugar de Goodman. Y ese fue el detonante que le llevó a investigar un poco más sobre él, porque nada de esta historia le parecía encajar bien.
Así fue como en una rápida búsqueda en Internet, dio con el relato de una mujer australiana, llamada Daisy Armstrong, quien afirmaba haber salido con un tal Brett Joseph durante 6 meses y haberse casado con él, para finalmente haber caído en su trampa por una estafa. La novia no podía dar crédito a lo que leía, pero esa era la realidad: su prometido era un estafador.
Lo que le llevó a tomar la decisión de expulsarlo de su casa y llamar a la policía. Pero lo bueno de esta historia es que pudo conocer la verdad antes de casarse y por eso hizo pública su terrible experiencia:
Quiero que mi horrible experiencia sea un aviso para otras mujeres a la hora de conocer gente por Internet… y espero que nadie más pase por lo que yo he tenido que pasar.
El pasado delictivo de Joseph tenía su historia, prometía a muchas mujeres ser propietario de todo tipo de cosas para engañarlas. Pero su objetivo no eran solo mujeres, pues también lo hacía en páginas de citas para gays.
Una historia que es posible que no sea la única. Ahora ya conoces que este tipo de estafas se pueden dar. Si bien es cierto que lo mismo puede suceder si conoces a alguien en persona, las redes sociales pueden tener ese plus de riesgo porque te permiten ocultar mucha información peligrosa.
Comparte esta historia con tus amigos, quizás no saben el peligro que hay detrás de este método para conocer a su media naranja.