Para Stephanie Swedberg la seguridad de sus hijos siempre ha sido una prioridad. Actualmente está embarazada y también tiene un par de gemelos de 3 años de edad, así que decidió aprovechar un domingo para llevarlos a la playa y comenzar a enseñarles a flotar.
Stephanie trabajó durante muchos años como socorrista, así que es una verdadera experta en el asunto.
Stephanie vive con su familia en Minnesota, Estados Unidos.
Toda la familia la estaba pasando de maravilla en el Crystal Beach Park cuando de pronto comenzaron a escuchar los angustiosos gritos de una madre. Cuando Stephanie quiso averiguar lo que estaba sucediendo y vio a mujer que estaba corriendo al agua completamente vestida en un desesperado intento de socorrer a su hijo.
“Vi que un niño no podía mantener su cabeza por encima del agua. No estaba gritando pero no paraba de balbucear e intentar salir a flote”.
A pesar de que sus años como salvavidas ya habían terminado, Stephanie sabía muy bien lo que tenía que hacer. Pidió a alguien que cuidara a sus hijos por unos minutos y acudió a toda velocidad hacia el punto en el que el niño se estaba ahogando.
Por fortuna, llegó justo a tiempo y se las ingenió para llevarlo a la orilla completamente sano y salvo.
Cuando todo sucedió Stephanie estaba en la semana 33 de su embarazo.
Y eso no fue todo. Stephanie también se tomó el tiempo de acompañarlo hasta que se sintiera mejor y habló con él un largo rato para ayudarle a comprender la importancia de aprender a nadar para poder disfrutar al máximo de los paseos a la playa.
“Le dije que incluso podría llegar a convertirse en un salvavidas”.
La familia Swedberg todavía no salía de su impresión. No es su costumbre ir a la playa todos los domingos. Al contrario siempre dedican ese día a ir a la Iglesia pero esta vez quisieron dedicar la tarde a lecciones de nado con los gemelos.
La familia Swedberg vio la misa por vía online ese domingo.
Por fortuna, se trató de la mejor decisión posible ya que Stephanie pudo estar en el momento y en el lugar indicado para salvar la vida de este pequeño. Para ella, se trató de un momento muy especial: era la primera vez que salvaba la vida de alguien.
Stephanie acaba de cumplir 30 años de edad.
Celebramos este bonito momento heroico en donde no sólo lograron salvar a un niño en apuros sino que también le enseñaron a superar sus miedos e incluso luchar para ayudar a otros niños como él.
No dudes en compartir esta historia para crear conciencia sobre la importancia de enseñar a los pequeños a nadar.