Cuando se ama incondicionalmente a una persona durante tanto tiempo, lo último que se desea es vivir separados, sin poder contemplar el rostro del otro durante las mañanas y comenzar el día con una gran sonrisa llena de complicidad eterna.
Esto lo sabía bien una pareja brasileña que estuvo casada durante 48 largos años, amándose cada día un poco más. Los jubilados Morcina Maria Barroso da Costa, de 68 años, y José Barbosa da Costa, de 71, fueron el más claro ejemplo de lo que es una buena pareja que siempre está dispuesta a apoyarse para sortear todos los retos que el destino les ponga en frente.
Cumplieron 48 años de casados el pasado diciembre de 2020, pensando que aún les quedaban muchas celebraciones de aniversario por delante. Sin embargo, fue en enero que ambos contrajeron el terrible coronavirus y tuvieron que ser ingresados en el Hospital Juruá, en Cruzeiro do Sul, al interior de Acre.
Tuvieron 3 hijos, 8 nietos y 1 bisnieta, a la que no pudieron conocer por estar hospitalizados
Después de ingresar al hospital, no pasaron muchos días para que la pareja fuera trasladada al área de Cuidados Intensivos debido a sus padecimientos crónicos que agravaron su situación.
Morcina tenía hepatitis B, era exfumadora, hipertensa y padecía de sobrepeso; mientras que José también tenía sobrepeso y era hipertenso. Lentamente, su estado de salud fue agravando cada vez más, hasta que debieron ser intubados:
“Ella estaba consciente, pero tenía problemas respiratorios. Mi padre también fue a la UCI, justo después de su ingreso, él fue intubado primero que ella, tenía insuficiencia renal y tuvo que ser remitido a la UCI”, lamentó la hija de la pareja, Janaína Negreiros.
Conforme su salud seguía empeorando, la familia tuvo la oportunidad de despedirse de sus amados padres. Janaína se despidió en primer lugar de su madre, para hacerle saber lo mucho que los amarán por siempre, sin importar lo que sucediera.
El médico ya había preparado a la familia para la inevitable pérdida. Morcina falleció el pasado 25 de enero por la tarde y José el 26 durante la noche, con menos de 24 horas de diferencia. Para Janaína esa casualidad fue lo más natural, al tenerse tanto amor.
“Su amor, unidad y fe fueron sobrenaturales. Ante todos, incluidos sus hijos, fueron un ejemplo de pareja que vivía bien, que se amaba, hablaba de fe y siempre se cuidaba.
Todo el tiempo estaban preocupados el uno por el otro, estaban juntos en todo momento, enfermos, doloridos, gozosos y sanos. Creo que eso hizo que no se quedaran en la tierra separados”, afirma Janaína.
Después de la partida de sus padres, uno de los hermanos de Janaína enfermo también de coronavirus. Sin embargo, esta familia no pierde las esperanzas y se mantiene en pie de lucha, gracias al legado de Morcina y José.
Súmate a las condolencias hacia esta familia y no dejes de cuidarte para mantenerte a salvo de la enfermedad. Comparte.