Todos los bebés son especiales, sin embargo, algunos son particularmente valientes al enfrentarse a terribles enfermedades que llevan sus pequeños cuerpecitos al límite.
Tal como sucede a una pequeña brasileña llamada Ana Clara dos Santos, de solo 4 meses, quien pasó 72 días en una UCI, debe alimentarse a través de una sonda y necesita la ayuda de un respirador permanentemente.
Es un dulce angelito
Para esta indefensa bebé todos los días son una victoria. No obstante, su padre ha tenido que dejar su trabajo para cuidarla y únicamente sobreviven con el salario de la madre de la niña, por lo que ahora la familia suplica ayuda para comprar medicamentos y otros materiales necesarios para el tratamiento de Ana.
La pequeña padece de una enfermedad rara por lo que ha sido sometida a cuatro cirugías que la han forzado a permanecer decenas de horas en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), antes de irse a casa.
Sus padres, Wesley Rosa Pereira y Geiza Pinheiro dos Santos, ambos de 23 años, hacen todo lo posible para darle todo lo que necesita a la bebé; pero el trabajo como supervisora de una panadería de la capital de Geiza no es suficiente para pagar las facturas del hogar y los medicamentos.
“Sobrevivimos con donaciones de la iglesia. Vivimos en una casa alquilada de dos habitaciones. Ha sido muy difícil. Nos turnamos, un día duermo por la noche, otro día por la tarde, intercambiando con mi esposa, porque la bebé no puede estar sola. Cada día es una victoria”, dijo el padre.
Cuando Ana fue dada de alta, su padre tuvo que vender algunos electrodomésticos, como la televisión, y pedir dinero prestado para adaptar mínimamente la casa y comprar medicinas. Pero las posesiones materiales no son suficientes para cuidar de la bebé apropiadamente.
Ana Clara va a cumplir 5 meses de vida en pocos días, pese a sus diagnósticos de holoprosecefalia, macrocefalia, hidranencefalia e insuficiencia respiratoria.
“Cuando mi esposa estaba embarazada de tres meses, el médico dijo que la bebé no sobreviviría. Solo fueron malas noticias. Cuando ella nació, hablaron de nuevo, y siempre nos mantuvimos con fe. Es todo para mí. La amo,” comentó el padre emocionado.
Mensualmente, esta familia necesita más de 20 mil dólares para cubrir los gastos médicos de Ana, una cifra que no incluye el costo de sus pañales y la casa de la familia. Además, tristemente el gobierno de su localidad se ha mantenido indiferente a su suplir.
Esta pequeña es un milagro de vida que merece recibir toda la ayuda que necesita. No dejemos que la indiferencia impida que sigue conquistando cada una de sus metas y que algún día tenga una mejor calidad de vida, en donde pueda jugar como cualquier otro niño. Para ayudar da clic aquí
Ayuda a alzar la voz por la dulce Ana y no permitas que nada acabe con tu buen corazón, hoy más que nunca es necesario unirnos para hacer el mundo un lugar mejor.