No hay mejor regalo en la vida que contar con el apoyo y el amor incondicional de una madre. Pero, lamentablemente, no siempre son bien recompensadas y terminan siendo objeto de las peores injusticias.
Tristemente, esto fue lo que le sucedió a una humilde mujer identificada como Blanca Irene Yañez Soto, quien fue dejada a su suerte por la inconsciente de su hija, de nombre Guadalupe, en medio de un terminal de autobuses en Sonora, México.
Todo sucedió el pasado 09 de febrero, cuando ambas mujeres llegaron al terminal de autobuses para descansar, efectuar algunos trámites y después proseguir con su camino hacia Mexicali, en Baja California Sur.
Blanca sufre de diabetes, por lo que tiene problemas en su visión y dificultades para caminar, razón por la que tuvo que sentarse a reposar en una silla, sin imaginar que su hija jamás regresaría.
Guadalupe le hizo creer que iría a comprar alimentos y que volvería. Blanca le entregó su bolso, en donde guardaba sus documentos y el dinero que llevaba para poder tratar su problema en los ojos.
“Se llevó mi bolsa, ahí traía mis documentos: mi acta de nacimiento, mi credencial de elector y 5 mil pesos que me había dado mi hermano para que me tratara los ojos porque casi no veo”, señaló la señora Blanca.
Totalmente exhausta, Blanca no pudo evitar quedarse dormida y al despertar se encontró con su triste realidad. Guadalupe no estaba por ningún lado, la buscó desesperadamente por el terminal de autobuses y su corazón quedó destrozado.
“Lo que no se imagina la ingrata que dejó a su madre a su suerte, es que ella va a sufrir la misma enfermedad y, como existe un Dios, va a pagar en vida su proceder, no lo duden”, comentó una internauta.
Después de mucho buscar, la señora Blanca finalmente encontró a un taxista, quien le comentó que su hija se había marchado hacia Mexicali.
Las redes sociales han mostrado todo su apoyo a esta devastada madre condenando lo que su hija le hizo. Distintos medios se han unido en su ayuda, destacando que Blanca no puede llegar a su destino sin alguien que la auxilie en el trayecto porque sufre constantes dolores de cabeza y mareos.
La pobre mujer lleva ya varios días en Sonora, con la única compañía de su equipaje, sin recibir alimento y sin poder dejar el terminal porque su problema en la vista crónico.
Es desgarrador