Una pareja demostró un gran valor y sentido de responsabilidad cuando emprendieron una persecución contra un hombre que había sido señalado como sospechoso de secuestro. Unos horas atrás, Amanda Disley vio la alarmante noticia en la televisión.
El secuestro tuvo lugar en Massachusetts, Estados Unidos.
Una niña había sido secuestrada unos segundos después de que el autobús escolar la dejara en la parada de su casa, un hombre la amenazó con un objeto filoso y la llevó hasta su auto.
Los policías indicaron las características del auto y pidieron a todos los vecinos estar atentos para poder ayudar en su captura.
La niña secuestrada apenas tiene once años de edad.
Amanda se encontraba manejando con su esposo, Benny Correa. Antes de darse cuenta vio frente a ellos un Honda Civic azul oscuro con vidrios polarizados, los neumáticos también eran sumamente distintivos. No había dudas, se trataba del mismo auto que la policía había descrito.
Dos días antes, alguien en el mismo auto intentó llevarse a otra niña, pero ella huyó.
Sin pensarlo dos veces, la pareja lo siguió. Llamaron a las autoridades pero aún así no querían perderlo de vista. Después de todo, la vida de la pequeña Charlotte Moccia estaba en peligro.
“Fue un presentimiento. Nuestro instinto nos dijo que no podíamos dejarlo ir”.
La persecución se volvió cada vez más tensa. Amanda hablaba con el 911 por el teléfono para indicar las calles por las que estaban conduciendo. Su esposo, mientras tanto, aceleraba cada vez más en un desesperado intento de leer la matrícula.
Hubo una ocasión en la que incluso tuvo que saltarse una luz roja. Su instinto de padres no los dejaría abandonar a la pequeña.
Los tres hijos de Amanda y Benny estaban con ellos en el auto.
Después de unos minutos, la familia no pudo continuar ya que se les acabó la gasolina. Afortunadamente, habían dado información muy valiosa y las autoridades se encargaron del asunto.
Se las ingeniaron para trancar algunas vías y hacer el tráfico en la zona mucho más lento.
«Tuvieron mucha valentía al involucrarse en una situación tan peligrosa. Nunca dejaron que se perdiera vista”.
Fue así como llegaron hasta el Honda. En efecto, la aterrada Charlotte se encontraba allí y un hombre llamado Miguel Rodríguez, de 24 años fue arrestado bajo los cargos de secuestro.
“Es una niña asombrosa. No puedo creer lo fuerte que ha sido para lidiar con toda esta situación”.
Tanto los policías como los padres de Charlotte agradecieron enormemente todo el esfuerzo de Amanda y su familia. La pequeña fue traslada a un hospital y ahora se encuentra en su hogar recuperándose de esta terrible situación. Es un alivio saber que toda la comunidad se unió por el bienestar de esta pequeña.
¿Qué opinas del valor de Amanda y su familia? Comparte esta nota para celebrar que una situación tan devastadora lograra tener un final feliz.