Muchas personas han tenido que pasar por situaciones nada agradables cuando se dan cuenta de que su identidad de género y su cuerpo no coinciden. Todo eso lo vivió un hombre transgénero en Argentina, su cambio físico y emocional es realmente sorprendente.
Su historia es inspiradora
Nicolás Romano nació como Nicole en Rosario, Argentina, cuando tenía ocho años supo que deseaba ser varón, pero era un gran secreto que llevaba bien guardado. Mientras crecía resaltaba su feminidad para evitar que se dieran cuenta de lo que estaba ocurriendo, pero eso lo hacía vivir una vida infeliz, en 2005 no se sabía nada sobre los hombres transgénero.
“Después, a los 12, 13 años, lo recontra re mil reprimí. Pero fue porque mi papá era bastante cerrado de cabeza. En las fotos vas a ver que yo era demasiado femenina y era por eso, porque en mi casa me decían ‘mira lo que van a decir de ti’, ‘vístete como una mujer’. Yo quería andar con zapatillas y ropa deportiva, pero si yo no salía mínimo con vestido o falda y zapatos mi casa era un caos”, continuó Nicolás.
Tuvo novio para mantener las apariencias, y a los 18 años se enamoró de una mujer, en su casa se enteraron y se armó un gran alboroto. Se sentía confundida porque creía que era lesbiana, pero había algo más que no sabía qué era y cayó en una anorexia nerviosa y los padres la enviaron a un psicólogo.
En 2017 le detectaron una especie de agujero en el tabique que separa las aurículas y fue necesario operarlo, lo relaciona con el dolor y la tristeza que vivía. Después de la operación decidió que era hora de cambiar, comenzó de a poco, se cortó el cabello, empezó a usar bóxer y bermudas, y le pidió apoyo a su hermana para que intercediera con su padre.
Siempre estuvo convencido de lo que quería ser
“Se ve que se dieron cuenta de lo que habían hecho y cuando lo conté reaccionaron totalmente distinto. Es más, con el tiempo mi papá dijo que el día de la operación de corazón murió Nicole y nació Nicolás. Y hace poco me pidió disculpas por todo lo que había hecho. Creo que se dio cuenta de que si tardé tanto tiempo fue prácticamente por él”, añadió el joven.
Conoció a Bárbara Maciel Bozikovic de 27 años, aun no eran novios cuando le contó que no era lesbiana sino un varón trans y que iniciaría la hormonización porque quería tener barba, bigote, y rasgos masculinos. Bárbara nunca había tenido relaciones con una mujer, pero se enamoró del ser humano.
En febrero de 2019 inició su transición y cuando se hizo la mastectomía se sintió aliviado, su novia lo acompañó en todo. Nicolás tiene su DNI con su nuevo nombre y todo su proceso lo ha ido documentando en su cuenta de Tik Tok e Instagram.
A sus 24 años muestra con orgullo un tatuaje en su brazo; una jeringa, la fórmula de la testosterona, y el rosa y el celeste de la bandera trans. Viven juntos y esperan que pase la pandemia para su boda. Sin duda que ahora si está viviendo la vida que siempre quiso.
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