A pesar del arduo trabajo de parto, esta madre fue recompensada con la maravillosa bienvenida al mundo de su pequeño hijo Sullivan, quien nació con una expresión de alegría inigualable.
Realmente el recién nacido cautivó a todo el equipo médico, pero especialmente a Angel Taylor, su madre, quien estuvo durante cuatro largos días en trabajo de parto.
Angel había sido obligada a dar a luz una semana antes de lo previsto tras el chequeo médico donde fue diagnosticada con elevados niveles de presión sanguínea con un alto riesgo de una ruptura uterina, lo que podría tener consecuencias graves.
Tras el intenso trabajo de parto, Angel fue sometida a una cesárea. Finalmente, Sullivan nació con los brazos abiertos en alto y con una gran sonrisa que sorprendió a todos los que estaban presentes.
Estas maravillosas imágenes fueron tomadas por Laura Shockley, quien logró capturar cada una de las expresiones del recién nacido cuando llegó al mundo.
Sus brazos abiertos y su sonrisa fueron un homenaje a la vida. Su madre lo describió como el «bebé más chiquito».
Es muy dulce y tranquilo, le encanta acurrucarse. Casi nunca llora. Mis hijos mayores lo aman y solo quieren abrazarlo».
Angel dijo que Sullivan llegó al hogar como si él siempre hubiese estado en casa. Para esta familia ha sido un gran alivio tenerlo después de todo el estrés de su nacimiento.
Cuando Angel ingresó en el hospital el 5 de marzo no tenía dilatación y los médicos le indujeron el parto con pequeñas dosis hormonales para provocar las contracciones.
Los médicos estaban muy preocupados por el alto riesgo de que la madre sufriera una ruptura uterina, porque en su último embarazo ella tuvo una cesárea y lo más probable es que su útero estuviera debilitado.
Los médicos querían evitar que esto ocurriera porque sería extremadamente doloroso o imposible y esto significaría arriesgar la vida de ambos.
Después de pasar tres días en el hospital, Angel todavía tenía cuatro centímetros de dilatación, finalmente los médicos decidieron no continuar con la inducción del parto, ya que era demasiado arriesgado un parto natural lento.
El temor de los médicos fue confirmado cuando descubrieron que era imposible que Sullivan saliera por el canal de parto y le informaron que era necesario una cesárea.
Resultó que tenía mucho tejido cicatricial en la parte inferior del útero, y no se abría. El bebé estaba muy apretado. Realmente estaba atrapado”.
Afortunadamente Sullivan llegó casi a la media noche totalmente ajeno al estrés causado por el traumático nacimiento.
Me dio mucha gracia porque pensé que él estaría así dentro de mí, siempre se estaba estirando«.
Llegar al mundo con los brazos y las piernas estiradas y con una sonrisa en el rostro fue maravilloso.
El nacimiento de Sullivan quedó inmortalizado en una galería de imágenes realmente cautivadoras. ¡Compártelas!