En el día a día las personas incorporan distintos hábitos a sus rutinas. Estos se hacen de forma automática, por tal motivo cualquier cambio, por mínimo que parezca, es percibido de inmediato. Esto es lo que le ha sucedido a una amante del té, quien asegura que una taza de infusión le salvó su vida.
Nicola Fairbrass vive en Derby, Inglaterra, y la mujer acostumbra a tomar hasta 5 tazas de té diarias pero una taza en especial la ayudó a detectar su cáncer.
A principio de diciembre del 2017, Nicola se encontraba recostada en su cama junto a su esposo Paul y, como parte de su rutina nocturna, tomó su taza de té de la mesita de noche. Justo en ese momento sintió un pequeño bulto en su seno izquierdo.
En un principio, la mujer no prestó mayor atención al asunto, pues consideró que se trataba de un simple quiste. Pero dos semanas después de seguir con la rutina notó que el bulto había crecido y decidió ir al médico
“Fui a tomar una taza de té y cuando la alcancé, algo no me parecía bien. Lo dejé pasar dos semanas pensando que podría ser un quiste. Pero luego fui al médico y me remitieron directamente al hospital», dijo la Sra. Fairbrass.
El 18 de diciembre, Nicola visitó el hospital y después de ser sometida a una mamografía, ecografía y biopsia, los especialistas determinaron la presencia de un cáncer de mama en etapa tres «agresivo».
La noticia fue desgarradora para Nicola y su familia. Dos meses antes del diagnóstico, la mujer había asumido las riendas de su propio negocio, Barking Mad, y en ese momento se vio obligada a dejarlo en manos de una socia.
“El cáncer es una invasión, no tienes ni idea de lo que está pasando dentro de tu cuerpo. Cuando se agrega a la mezcla que esto fue en Navidad, se convirtió en un momento realmente difícil«, dijo Nicola Fairbrass.
La rutina de la cuidadora de perros cambió por completo desde el día en que fue diagnosticada con cáncer. En enero del año pasado, Nicola recibió una cirugía de ganglios linfáticos antes de comenzar con su tratamiento de quimioterapia, que la recibió en ocho sesiones.
«La quimio fue horrible. Terminé en el hospital tres veces con infecciones y otras complicaciones porque afecta el sistema inmunológico y el mío no reaccionó bien”, dijo la mujer.
Por fortuna, el tratamiento funcionó y el tumor se redujo de 43 mm a 17 mm. En agosto, Nicolina entró a quirófano y fue sometida a una lumpectomía, una cirugía para extirpar el tumor pero deja intacta la mayor parte del seno. Además, recibió radioterapia para eliminar cualquier célula cancerosa restante.
Dos semanas después de haber terminado el tratamiento, la mujer fue declarada libre de cáncer. Sin embargo, debe continuar con algunos medicamentos por un periodo de 5 a 10 años para evitar la reincidencia de la enfermedad.
«No me hacía una mamografía desde hacía seis años, así que si no lo hubiera descubierto yo misma, hubiese muerto. La gente muere por esto», comentó Nicola Fairbrass.
Esta mujer está lista para retomar su vida después de un año de intenso tratamiento para terminar con su cáncer. Para Nicola la taza de té le salvó la vida, pues de no haber sido gracias a ella quizás su cáncer hubiese sido descubierto demasiado tarde. Por esa razón la mujer decidió dar a conocer su historia y hacer un llamado de atención sobre la importancia de los chequeos anuales.
Comparte la milagrosa historia de Nicola y ayuda a crear consciencia sobre lo importante de una mamografía a tiempo ¡Juntos detengamos el cáncer!