Una mujer de Virginia en los Estados Unidos ha sido acusada de cinco cargos de negligencia infantil y abuso después de que las autoridades locales entraran a su casa.
En el condado de Accomack la mujer, Malista Ness-Hopkins de 38 años residía en una casa vieja y arruinada que necesitaba reparaciones de todo tipo.
Los vecinos estaban un poco impactados al ver a los hijos mayores, pero no tenían idea del horror que se vivía dentro de ese hogar.
El patio lleno de basura y juguetes plásticos viejos y rotos solo mostraba un pequeño indicio de lo que realmente estaba sucediendo en el interior.
Un preocupado vecino que prefirió permanecer en el anonimato alertó a las autoridades locales de Servicios Sociales de que los menores de edad que vivían en esa casa podrían estar en terribles condiciones.
Pero este hombre jamás se hubiera imaginado que la realidad iba más allá de sus peores presentimientos.
Adentro la casa entera olía a orine, había comida pudriéndose por todos lados, los pasillos, los cuartos y la cocina eran simplemente un basurero.
El lugar entero se encontraba infestado de pulgas, así como todos los niños que estaban viviendo dentro de esa pesadilla.
Lo peor fue cuando la agente de Servicios Sociales llegó al cuarto donde dormían los tres niños menores.
En dos cunas separadas estaban los más pequeños. Las cunas llenas de pañales sucios y comida descompuesta.
Y la peor parte es que las cunas habían sido convertidas en jaulas improvisadas que la misma madre había preparado con trozos de baranda de lo que parecían ser otras cunas, la parte superior había sido completamente cerrada.
Los bebés no tenían manera de escapar y no había forma alguna tampoco de que un adulto pudiera sacarlos de allí para cargarlos o limpiarlos.
La trabajadora social que atendió el caso testificó en la audiencia en contra de Ness-Hopkins recordando que le tomó más de 30 minutos con un destornillador eléctrico poder sacar suficientes barrotes para liberar a los infantes.
Durante todo el tiempo que la trabajadora intentaba “abrir las jaulas” los niños le silbaban, siseaban y abuchaban haciendo ruidos de animales.
Cuando por fin pudo abrir la cuna los infantes permanecieron inmóviles, como si no supieran qué estaba ocurriendo y qué hacer después.
Los bebés estaban en un estado deprimente, y junto con sus hermanos presentaban picadas de insectos por todo el cuerpo y estaban infestados de pulgas.
Los niños mayores se encontraban en un colchón sin sábanas en el suelo en otro cuarto en condiciones similares.
Al descubrir el estado en que vivía con sus hijos el juez la ha imputado con cinco cargos de abuso y negligencia pero la mujer ha salido bajo fianza con la condición de no tener contacto con los menores hasta que se le permita.
Ness-Hopkins dijo a los oficiales que había sido madre soltera por 17 años y que vivía sola con los niños.
Tommy Annis, su novio y padre de algunos de los niños había fallecido en Mayo de 2016 a la edad de 33 años.
Ness-Hopkins había terminado la secundaria con buenas notas e incluso había asistido a algunas clases de la universidad.
Pero en la audiencia declaró que estaba «abrumada por el cuidado de los niños.»
«Los tuve que encerrar, tuve que hacerlo porque me estaba costando mucho trabajo cuidarlos a todos. Ya una vez se habían salido y estaban jugando con un pote de destapador líquido de cañerías»
Esas fueron sus palabras en la audiencia en la que el juez le imputó los cargos y la mando a comparecer ante un gran jurado. «Esto no pasó de un día para otro» afirmó el juez al determinar los cargos contra Ness-Hopkings, quien alguna vez fue una estudiante modelo.
En el Eastern Shore Community College ella había estado en el cuadro de honor de alumnos destacados para el semestre de primavera de 2010.
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