Lamere Johnson es un pequeño que acude al primer grado en la escuela Johnston Elementary. Desde que estaba en el vientre de su madre, Lamere fue diagnosticado con el síndrome del corazón izquierdo hipoplástico.
Se trata de un problema de formación que hace que su lado izquierdo del corazón no se desarrolle apropiadamente. Antes de los cumplir los tres años de edad, Lamere llegó a recibir tres cirugías de corazón abierto, pero con el paso del tiempo ha vuelto a desarrollar más complicaciones.
Recientemente, los médicos explicaron a Contessa Culbreath, su madre; que el pequeño necesitaría un trasplante de corazón. Esta cirugía puede resultar verdaderamente delicada pero es la única opción para poder brindarle una mejor calidad de vida posible.
Todavía no se sabe con certeza cuándo encontraran al donante apropiado. Sin embargo, el equipo médico recomendó a la familia que se encontrara lo más preparada posible.
“Puede ser hoy, el próximo año, la próxima semana o el próximo mes. Yo no paro de llorar, pero Lamere está muy emocionado de obtener un nuevo corazón”, dijo la madre de Lamere.
Lamere acude a sus clases con una pequeña mochila que contiene una vía intravenosa y lo ayuda a la mantener abiertas sus válvulas cardíacas. Este peculiar detalle no pasa desapercibido y cada vez que sus compañeritos le preguntan, él les explica con mucha paciencia su condición.
Esto se convirtió en el inicio de una abrumadora muestra de apoyo.
“Es un niño feliz y adorable. Ama la vida y le encanta venir a la escuela para compartir con todos”, dijo Makinzie.
Sus amigos de primer grado decidieron que querían ayudarlo. Makinzie Corley, una de las profesoras de la escuela organizó una bonita actividad para demostrar todo su cariño al pequeño Lamere. Todos los días, Makinzie y los niños recortan cientos de corazones de papel y los venden por tan sólo un dólar para ayudar a recaudar fondos.
“Queremos enseñar a los niños la importancia de apoyarnos como comunidad. Lamere y su familia son muy importantes para nosotros”, dijo Makinzie.
Cuando llegue el momento de la cirugía, la familia de Lamere deberá cubrir gastos de viaje, medicamentos y cuidados postoperatorios. Gracias a la dedicación de los pequeños, esa será una preocupación menos.
“Cuando llegue el momento de la operación queremos asegurarnos de que a su familia no le falte nada”, dijo Makinzie.
Han logrado recaudar más de 2 mil dólares y lo mejor de todo es que tienen los pasillos de la escuela cubiertos con los inspiradores corazones. Cada vez que alguien compra un corazón de papel, un niño de primer grado escribe su nombre.
Estos valientes niños están dando una lección al mundo entero al apoyar de una manera tan especial a Lamere. ¡Comparte!