El amor de un hijo es el principal motor que impulsa y motiva a los padres a mejorar cada día.
Lewis Trenton, un joven de 21 años y padre soltero de Karmen de 14 meses, es un ejemplo de la fortaleza que da el amor de un hijo. Este hombre caminaba más de 17 kilómetros diarios por más de 3 horas para llegar a su trabajo a las 4:00 am.
Trenton narró que la única opción que tenía para llegar a su trabajo era salir de su casa, en el centro de Little Rock justo antes de la media noche y caminar casi 9 kilómetros hasta llegar a su trabajo y luego caminar otros 9 kilómetros al salir de su jornada laboral para regresar a su casa.
Este joven nunca llegó tarde y nunca perdió un día de trabajo durante los 7 meses que tenía contratado. Nunca tuvo excusas, especialmente cuando se trataba de ayudar a su hija.
Trenton dijo que su trabajo se volvió más importante para él después de que nació su hija.
Cuando tuve a mi hija, no tenía trabajo y sabía que tenía que hacerlo”.
Nunca mencionó lo difícil que era para él llegar a su trabajo. Todos los días se obligaba a levantarse de la cama de noche bajo la lluvia o el inclemente frío para llegar a tiempo al trabajo.
Caminaba escuchando música. Solo caminaba, sin preocuparme por nada, solo movía los pies».
Tras descubrir todo el esfuerzo que tenia que hacer este hombre para cumplir con su trabajo, Patricia Bryant, quien trabaja con Trenton en los muelles de carga, le contó la historia a su esposo Kenneth Bryant, un veterano que tiene 40 años trabajando como conductor de UPS .
Ella realmente se enojó conmigo cuando descubrió que caminaba tanto para ir al trabajo».
Fue entonces que los esposos Bryant comentaron la situación de este joven trabajador a sus compañeros y comenzaron a recolectar donaciones para coordinar entre ellos la ayuda para comprar un coche.
Algunos no lo conocían, pero estaban impresionados con el valor de este padre soltero y preocupado por el bienestar de su hija.
Lograron recaudar alrededor de 1.900 dólares y finalmente pudieron darle a Trenton las llaves de un automóvil confiable para que se trasladara a su trabajo.
Le dije al vendedor lo que estaba haciendo y para quién era y acordó conmigo un precio especial».
Kenneth y varios compañeros de trabajo planearon darle la sorpresa a Trenton y le pidieron que asistiera a una breve reunión sindical en el estacionamiento de su trabajo.
Simplemente sacó unas llaves de su bolsillo, y dije que esas llaves no podían ser mías».
Trenton recibió las llaves con mucha emoción, su corazón estaba lleno del más sincero agradecimiento por el noble y hermoso gesto que habían tenido con él.
Ya no tiene que caminar 3 horas para ir al trabajo, y ahora sale de su casa a las 3:30 am cada día.
Nunca voy a olvidar esto, nunca».
Trenton estaba realmente muy conmovido. Su primer paseo en el coche fue recoger a su hija para comer algo juntos.
No te vayas sin compartir esta historia que nos inspira a mirar a nuestro alrededor y ser más solidarios.