Susie LeRoy, de 35 años, es madre de tres niños y una mujer muy generosa. Susie se enteró del caso de Kaleb Perry a través de la página “Un milagro para Kaleb» y la conmovió su trágica situación. Por ese motivo consideró la posibilidad de actuar en su ayuda hasta que finalmente tuvo el valor de hacerlo.
El pequeño niño nació con un trastorno poco común conocido como síndrome del vientre de ciruela. Cuando su mamá, Mandy Perry tenía sólo 4 meses de embarazo no podía orinar y esto produjo un retroceso en sus riñones. En ese punto la vida del niño en el vientre corría peligro.
Milagrosamente, los médicos pudieron salvar la vida del infante con cinco cirugías en el útero. Sin embargo, poco tiempo después se percataron de que Kaleb tenía obstrucción del tracto urinario inferior y un síndrome de vientre de ciruela que podría causarle insuficiencia renal.
Kaleb ha sufrido de un conjunto de anomalías entre las que se encuentra una vejiga expandida y problemas en el tracto urinario superior. Por ese motivo su vejiga y su riñón estaban comprometidos.
Durante más de un años su familia había estado en busca de un donante, ya que la madre de Kaleb no era compatible por su tipo de sangre y tampoco su padre Kevin. Esta circunstancia llevó a Mandy a las redes sociales. La mujer utilizó ese medio para buscar ayuda.
«Me llené de valentía y lo puse en la página de Facebook de Kaleb. Varias personas se ofrecieron a hacerse la prueba», dijo Mandy Perry.
Entre los generosos postulantes se encontraba Susie, quien comenzó a seguir la página del pequeño tras haber visto la sugerencia de un amigo. Esta madre de Clovis, California, no pudo evitar sentirse reflejada en la angustia de Mandy pues uno de sus hijos tiene la misma edad que Kaleb.
«Fue una oportunidad para mí ayudar a otra mamá y representar mi fe. Al conectarme con Mandy, que tiene hijos de una edad similar, esto podría haber sido fácilmente mis hijos», dijo LeRoy.
El pequeño recibió su trasplante el mayo pasado en el Hospital de Niños Lucile Packard de Stanford. Afortunadamente todo resultó bien y la familia no puede estar más que agradecida por la extraña que decidió salvar la vida de su hijo.
«No hay palabras para mostrar cuánto significa esto para nosotros. Su acto de amor y abnegación: ser humilde y rendirse y confiar en esto es lo correcto «, dijo Mandy Perry.
Esta es una hermosa historia sobre la generosidad humana pero también deja al descubierto el papel tan importante que las redes sociales pueden cobrar en este tipo de situaciones. La publicación de Mandy y la solidaridad y el gran corazón de Sussie han hecho posible que Keleb tenga una nueva oportunidad de vida.
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