El mundo entero se encuentra sumido en una nube de incertidumbre ante el brote del nuevo coronavirus, considerado ya una pandemia global.
Son muchos los países que ante los críticos casos como los de China o Italia, han decidido tomar medidas de prevención y contención del virus. Sin embargo, en algunas naciones, la propagación del denominado covid-19 ha adquirido tal magnitud que todo decreto regulatorio parece ser insuficiente.
Y las autoridades hacen un llamado a la responsabilidad ciudadana para «quedarnos en casa» y evitar así que los contagios sigan aumentando en proporciones descomunales como hasta ahora.
Pero por otro lado, muchos se siguen preguntando si existe ya una vacuna para acabar con este virus. Ciertamente, la OMS ha confirmado que a nivel mundial hay más de 20 líneas serias de investigación, más de 30 tratamientos que incluyen fármacos y 82 ensayos clínicos en marcha.
Y aunque diversos laboratorios trabajan contra reloj, pareciera que la esperada vacuna contra el SARS-CoV-2 tardará hasta 18 meses en salir al mercado.
Los expertos hablan de cuatro grandes obstáculos para esa demora: el rápido avance del brote, la falta de conocimiento básico sobre el virus, la necesidad de completar las tres fases preceptivas de pruebas en pacientes y tener la capacidad de producir dosis a gran escala.
“Es probable que la Covid-19 se convierta en una enfermedad estacional, por eso necesitamos una solución duradera”, advierte Thomas Cueni, presidente de la Federación Internacional de Fabricantes y Asociaciones Farmacéuticas.
Pero el Centro de Innovación Queen Mary BioEnterprises, de la empresa Hvivo, de Londres, ha causado una gran polémica tras divulgar su oferta de 4.500 dólares a cambio de que voluntarios den el consentimiento para dejarse infectar con dos cepas del coronavirus.
Su objetivo es encontrar los tratamientos más efectivos y, en el mejor de los casos, descubrir una vacuna para acabar con el famoso brote, para lo que los «conejillos de indias» serán aislados en un laboratorio del Reino Unido.
Hvivo infectará lotes de 24 voluntarios con las cepas 0C43 y 229E del virus.
Las cepas OC43 y 229E son dos tipos de coronavirus mucho menos graves que el COVID-19, pero una vacuna que funcione contra ellas también podría ayudar a combatir el nuevo coronavirus. Y sólo deberían causar síntomas respiratorios leves a quienes los contraigan.
Los 24 candidatos seleccionados se verán obligados a pasar dos semanas totalmente aislados, sin contacto humano, sin poder hacer ejercicio físico y con una dieta restringida.
A la par, los médicos que los examinarán periódicamente para tratar de sacar conclusiones sobre cómo afecta este virus a los humanos, usarán ropa protectora y ventiladores mientras trabajan en el laboratorio.
El COVID-19 ha infectado a más de 160,000 personas en todo el mundo y ha matado a más de 3,200 personas.
Ya es posible postularse aquí para participar en el estudio; sin embargo, Hvivo todavía necesita el visto bueno de la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios del Reino Unido para poder empezar legalmente con las pruebas.
Esta empresa es solo una de las 20 que participan en la carrera mundial en busca de la vacuna para el coronavirus mortal, particularmente para los ancianos y aquellos con condiciones de salud subyacentes, que implica una inversión de más de 2.000 millones de dólares.
¿Y tú te dejarías infectar por el coronavirus en esas condiciones para ayudar a dar con la vacuna, y además recibir una compensación económica? Comparte tu opinión en tus redes.