Los médicos y demás personal de salud han sido, sin duda, los héroes anónimos y sin capa en medio de la pandemia de coronavirus. Sin embargo, en muchas ocasiones terminan desilusionados y sin ánimo de seguir luchando por la vida de los demás, cuando se percatan de la inconsciencia y egoísmo de la sociedad.
Esto fue lo que sucedió con un valiente médico en Argentina, quien decidió renunciar a su labor después de 40 largos años de trayectoria debido a que considera que las personas están actuando de forma ignorante ante la calamidad de la pandemia.
Marcelo Lemus tiene 64 años de edad y laboraba en un hospital ubicado en la zona de San José. Los motivos de su renuncia, contrario a otras ocasiones donde se había alejado de su profesión por motivos personales, son de carácter social.
«No puedo arriesgarme gratuitamente. Si hubiese consciencia me la juego y sigo adelante, o si tuviese 20 años menos, pero la verdad tengo miedo”, afirma Marcelo.
Marcelo afirma estar asustado por la pandemia
La paciencia de Marcelo llegó a su fin tras las largas extenuantes jornadas que debía cubrir; teniendo que trabajar con equipos de protección incomodos y sin las condiciones apropiadas que facilitaran su labor.
Además, el médico quedó atónito cuando vio una fotografía en la que se mostraba a cientos de jóvenes imprudentes disfrutando a lo grande de una fiesta en piscina, sin sentir ningún tipo de consideración y respeto hacia los médicos que arriesgan su vida, así como a las personas de edad avanzada que han perdido la vida a causa del coronavirus.
“Era una foto de un balneario con un grupo de más de 200 jóvenes, todos juntos, cantando, tomando, apretaditos. Algo lógico en tiempos normales, pero no en este», dijo el médico.
En algunas de sus guardias, Marcelo ya había tenido que brindar auxilio a jóvenes que presentaban síntomas de coronavirus tras haber asistido a alguna celebración clandestina, pese a saber las consecuencias de hacerlo.
Marcelo cree que la inconsciencia de las personas ocasionará un gran caos
Por si fuera poco, también los jóvenes estudiantes de medicina instaban a los demás a sumarse a participar en celebraciones. Esto fue algo inconcebible para el médico que ya se encontraba afectado emocionalmente por la pérdida de tres de sus compañeros.
«Tengo tres compañeros muertos, no quiero ser el cuarto. Tengo una vida y lo que me quede quiero disfrutar y vivir bien», señaló Marcelo.
Tras comunicar su renuncia en medio del gran caos en que se ha convertido el hospital para el que trabajaba, Marcelo fue objeto de críticas por sus colegas. No obstante, él está convencido de que es lo mejor que pudo hacer para cuidar de su propia salud y no hay nada que pueda modificar su opinión.
Enfrentamos momentos extremadamente difíciles. No agotemos más las energías y entusiasmo de los héroes que mantienen a flote el mundo, pese a todas las vicisitudes que deben sortear.
Ayuda a crear consciencia, todo el personal de la salud te lo agradecerá. Comparte.