Todos los niños merecen tener una infancia feliz, llena de aprendizajes y juegos. Como no todos tienen la misma oportunidad, algunos pequeños que se vuelven conscientes de las dificultades que algunos sufren y comienzan a ingeniárselas para aportar su granito de arena y hacer de este mundo un lugar mejor. Este es el caso de un niño llamado Gabriel Rowcroft-James.
Gabriel tiene actualmente 10 años de edad.
Desde hace dos años, Gabriel decidió tomar una pausa antes de volver a cortar su cabello y todo por una maravillosa causa.
El pequeño había escuchado sobre miles de personas que enfrentan problemas de salud y sufren pérdida de cabello. Su padre, Mark, había tenido cáncer cuando Gabriel era tan sólo un bebé.
“Gabriel era muy pequeño y no vio a su papá pasar por la pérdida de cabello, pero de todas maneras es algo que nos afecta a un nivel muy personal”, dijo Rozi, su madre.
Hoy en día se encuentra sano y salvo, pero el pequeño está consciente de las dificultades que la quimioterapia trajo a su familia. Fue entonces cuando decidió dejar crecer su cabellera que alcanzó una longitud de 30 centímetros.
Había llegado el momento de un merecido corte de cabello pero quería asegurarse de que todo quedara en buenas manos.
“Estaba un poco nervioso antes de cortarlo pero me gustó. A veces me despierto y extraño darme cuenta de que ya no tengo el cabello largo pero sé que me volverá a crecer”, dijo Gabriel.
Con la ayuda de su madre, Gabriel investigó sobre varias fundaciones dedicadas a hacer pelucas y donarlas a las personas que las necesitaran. Decidieron que la mejor opción sería Little Princess Trust.
Gabriel vive en la ciudad de Milton Keynes en Inglaterra.
Al ir a la peluquería, el pequeño se sentía muy emocionado al pensar que lograría ayudar a alguien en apuros con este gesto. Su alegría fue tan grande que inspiró a su mamá a seguir sus pasos. Rozi también pasó de tener una larga cabellera a lucir el moderno corte pixie.
“Me gustó hacer la donación porque puedo ayudar a personas a las que no le crece el cabello”, dijo Gabriel.
Pero esto no fue todo lo que hicieron. Una vez que se cuentan con las donaciones de cabello, se necesitan de cerca de 550 dólares para poder fabricar las pelucas. Gabriel no lo dudó y comenzó a recaudar fondos.
“Ha sido fantástico. Gabriel ha aprendido mucho sobre la caridad. Adora hablar con todos sobre lo mucho que esto le apasiona”, dijo Rozi.
Gabriel dedicaba su tiempo libre a crear campañas y hablar con sus vecinos para recordarles la importancia sobre realizar donaciones y tratar de ayudar a miles de personas.
No hay dudas de que este pequeño héroe es un verdadero ejemplo que todos debemos seguir. ¡Comparte!