The New Mediterranean Restaurant, es un restaurante muy conocido en Llandudno Gales, Reino Unido, que últimamente ha preocupado a muchos padres porque ha dejado claro y por escrito una serie de normas en cuanto a la presencia de niños en el establecimiento.
Las personas van a un restaurante para disfrutar de un momento agradable donde puedan ser atendidas con cordialidad y recibir una comida exquisita en un ambiente agradable.
Por eso, este restaurante decidió dejar en el menú una serie de indicaciones que los clientes con hijos deben cumplir si quieren permanecer en las instalaciones. Ellos resaltan que aman a los pequeños pero que no están dispuestos a tolerar que se conviertan en una molestia.
“Los clientes no vienen a escuchar a los niños que gritan”, se lee en las indicaciones del restaurant.
Foto tomada del menú del restaurante
Esto ha dividido las opiniones de las personas, por un lado, muchos la aplauden argumentando que los padres deben hacerse responsables de sus hijos y no dejar que su comportamiento ruidoso o inapropiado perturbe.
Otro grupo está muy molesto porque aducen que los niños son espontáneos y a veces deben dejarse ser como son.
“Pedimos de la manera más educada posible, por favor, si su hijo está llorando / gritando, sáquelos del restaurante hasta que se hayan calmado. Si no se puede evitar que un niño moleste a otros comensales, lamentablemente tendremos que pedirle que abandone el restaurante”, también está anotado.
Algunos padres increpan a la administración del restaurante, argumentando que los niños especiales son un caso particular que requiere de su comprensión.
“¿Qué pasaría si hubiera un niño discapacitado que estuviera molesto? ¿Los echarían?”, dijo un internauta.
Esto generó un mar de comentarios a favor y en contra.
“Muchas veces los padres tienen la culpa porque están viendo que los niños están haciendo travesuras y no les dicen nada, nadie tiene porque aguantar a hijos ajenos mal educados, los niños son bellos pero cada cosa tiene su lugar”, dijo un cliente.
Este revuelo surgió cuando la trabajadora de caridad Helen Hyland, de 52 años de Stirling, Escocia que se encontraba de vacaciones en Gales diera a conocer la polémica nota en línea.
Los dueños del restaurante Ibo y Cindy Atay han defendido la política.
«En una ciudad costera como esta, tenemos a los que piensan que sus hijos pueden hacer lo que quieran, y ese es el punto de la nota, pero no nos ocupamos de ser los custodios de los niños de las personas mientras se distraen con sus teléfonos”, dijo Cindy.
Su esposo la apoya en cuanto al cumplimiento de la norma.
«Amamos a los niños, pero cuando las personas comen, no podemos tenerlos corriendo, queremos que los padres cuiden de sus hijos porque lo último que queremos es que se caigan y se lastimen», afirmo calmadamente Ibo.
Se sorprenden de que esta nota este causando tanto alboroto si tiene más de cuatro años aplicándose en el restaurante.
Lo que sí es una gran verdad es que todas las personas desean comer en un ambiente tranquilo, y cada quien debe asumir, de una forma madura e inteligente, lo que le compete para que eso sea así, sin olvidar el respeto a la inclusión de todos los seres vivos de este planeta dentro de nuestro ámbito cotidiano.
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