Ser tolerantes y aceptar lo que no es igual a nosotros son cosas que nos deberían enseñar desde pequeños. Así, ver a la gente andar por la vida de manera diferente no tendría que ser visto con desdén. Somos humanos todos, sentimos, amamos y lloramos por igual.
Sin embargo, quien es madre de un niño con autismo sabe, muy dentro de su corazón, que su hijo es único y maravilloso, y que siempre habrá lugar para uno más en su vida. La extraordinaria mujer y ama de casa, Arely Vieira, protagonista de esta historia, es un vivo ejemplo de ello.
Es mamá de 3 hijos biológicos, incluido Samuel, al que tuvo a la edad de 37 años. El pequeñofue diagnosticado con autismo, y ya es un adolescente de 14. Arely no posee suficientes medios económicos para subsistir, sin embargo, las dificultades no han sido un obstáculo que su instinto maternal no haya podido manejar.
Incluso, con su depauperado y muy reducido presupuesto, la amorosa mamá decidió adoptar a tres niños másque vivían juntos en un albergue, con la misma condición de Samuel. Apoyada siempre por el amor de su esposo Rubens, su báculo en esta empresa.
El público quedó fascinado de conocer la hermosa historia de Arely y su abultada familia. De hecho, se abrió una campaña en las redes sociales para recaudar fondos para ayudar a la mujer y a sus niños con todo lo que haga falta. Fue un éxito rotundo. Rebasó la meta original de 10.500 dólares estadounidenses.
“Estábamos encantados de conocer su historia y tomamos la iniciativa para ayudar a la familia con todos los gastos”, informaron los organizadores de la colecta.
Al día de hoy, son muchas las almas generosas trabajando detrás de la transformación de esta madre abnegada, quien requiere de muchísima ayuda para costear los gastos de fisioterapia y medicación para sus pequeños.
“Recolectamos más de 13 mil. Estamos seguros de que podemos lograr aún más y darle un respiro a Arely, que ni por un minuto pensó que no podría adoptar a tres niños más por falta de dinero”, añadieron.
Cuando Aracely fue vulnerada y maltratada a los 16 años por su tío, decidió proteger a los niños vulnerables del mal del mundo, así abrazo con honestidad a los niños con necesidades especiales. Arely y su esposo actuaron, por amor, sin esperar nada a cambio. Pero su historia afortunadamente fue conocida y les han podido ayudar.
“Lo que me motivó es pensar que muchos niños con discapacidad, aún acogidos, son invisibles al perfil de muchos. Niños maravillosos, que necesitan mucho amor, que traen luz, cariño y mucho aprendizaje en sus ojos ”, dijo.
La primera niña en ser adoptada fue Elizabete, de 13 años, quien padece parálisis cerebral. Al tiempo, fue otro niño,Paulo, tetrapléjico y abusado en el pasado, el siguiente milagro está por llegar a su vida.
Esta digna familia reside alquilada en la localidad de Guaratinguetá, Sao Paulo, Brasil. Arely está dedicada íntegramente al cuidado y protección de sus hijos, mientras que su esposo, Rubens, gana solo un salario mínimo trabajando como conductor de autobús.