Toby es un adorable gatito con una extraña enfermedad, cuya vida por fin ha cambiado después de tantas dificultades por las que ha atravesado. Este felino luce tan arrugadito como un sharpei pero la causa no está relacionada con su raza, sino por una enfermedad cutánea que lo aqueja desde que estaba pequeño.
Toby tiene 8 años de edad y siempre ha lucido así de arrugadito.
El gato sufre de astenia cutánea felina, una condición que hace que su piel se estire y sea realmente frágil por la falta de colágeno.
Además, cualquier proceso de cicatrización resulta más complejo para las criaturas que padecen esta enfermedad y no importa que tan simple pueda ser la herida.
En los humanos esta condición es conocida como síndrome de Ehlers-Danlos.
Aunque es un gato bastante peculiar y que necesita ciertos cuidados, eso no impidió que alguien se enamorara de él apenas lo conoció. Se trata de una mujer de buen corazón: Georgina Price.
Cuando ella y su novio, Christopher Lardner, vieron la foto de Toby en el portal de adopción de la RSPCA supieron que era un gato que había pasado por mucho y que necesitaba una oportunidad.
Además los ojitos de Toby los conmovió a ambos.
Una vez fueron al refugio se encontraron no solo con Toby, sino con el mejor amigo que el felino había hecho en el lugar: Quinton, quien era una especie de protector para él.
“Los vi en el sitio web de RSPCA y me enamoré instantáneamente. Cuando los conocimos, ambos estaban aterrorizados y acurrucados justo en la parte de atrás. Toby se escondió detrás de Quinton todo el tiempo, temblando. Ni siquiera pude tocarlo porque estaba tan asustado”, recordó Georgina.
Resulta que Toby y Quinton habían llegado al refugio en fechas bastante cercanas y además compartían historias similares. Los dos habían perdido sus dientes por problemas de salud, aunque Toby aún conservaba unos pocos.
Debido a esa cercanía y confianza que demostraron en poco tiempo de convivencia, los voluntarios del refugio supieron que cuando llegase el momento de hallarles un hogar debían elegir uno que quisiera adoptarlos a los dos.
Toby y Quinton eran amigos inseparables y no querían que se distanciaran.
Por fortuna, Georgina entendió en asunto de inmediato y no estaba dispuesta a ser la causante del apartamiento entre el par de amigos que ya le habían robado el corazón y el de su novio.
La decidida pareja completó todo el papeleo para formalizar la adopción y llevar a Toby y a Quinton a casa.
Durante las siguientes semanas los chicos experimentaron un curioso periodo de adaptación, contando siempre con la comprensión de Georgina y Christopher.
En el hogar, los gatitos hicieron de la cama su refugio. Toby y Quinton pasaron semanas escondidos debajo de la cama y la pareja les dejaba la comida cerquita para irse ganando la confianza de ambos, pero los gatitos no eran tan fáciles.
Toby y Quinton salían únicamente de su guarida cuando notaban que estaban solos en casa o sus humanos no se encontraban cerca. El proceso fue lento, pero la pareja se ganó el cariño de los gatos.
El primero en salir de su caparazón fue Quinton y después Toby. Cuando este último vio que su amigo se llevaba bien con Georgina, también aprendió a confiar en ella.
Ahora no se les despegan ni un momento.
En la actualidad, cada vez que Toby ve a la mujer pasar a la cocina corre tras de ella para que lo consienta. Resulto que el temeroso Toby es un felino bastante mimado.
“Es tan juguetón y lleno de vida. Ver la diferencia con el niño asustado y triste que adoptamos es asombroso. Le gusta que le rasquen la panza y se tumba a tu lado mirándote, esperando que le rasques”, dijo Georgina.
A pesar de su condición, Toby es un gato como cualquier otro. Disfruta que ronronear, que lo acaricien y vigilar a las aves desde la ventana. Aunque si requiere ciertos cuidados para prevenir complicaciones.
“Tratamos de manejar esto cortando sus uñas, manteniendo la casa limpia y tratando de evitar rasguños. Nos sentimos muy afortunados de que la condición de Toby parece ser bastante leve”, explicó la mujer.
Georgina y Christopher están contentos con la llegada de Toby y Quinton al hogar.
“Nos esperan en la ventana cuando llegamos a casa y corren hacia la puerta cuando nos ven. Son muy juguetones y divertidos. Traen vida a este lugar. Somos muy afortunados de tener a Toby y Quinton con nosotros”, dijo la mujer.
Toby y su amigo alcanzaron la felicidad que siempre se habían merecido y ahora han dejado todo su pasado atrás. Los dos disfrutan de la calma y estabilidad que brinda una familia, mientras que Georgina espera que compartir su historia sirva para que la gente le abra las puertas a los animalitos con condiciones especiales.
Toda criatura merece ser amada y conocer la felicidad, no dudes en adoptar a cualquier animalito que lo necesite pues ellos te regalaran su amor y lealtad para toda la vida.