Stacey Herald es definitivamente una hacedora de milagros. Gracias a su persistencia ha sobrepasado los límites dados por la ciencia moderna y pudo lograr su más grande sueño, que para muchos puede ser algo normal en la vida, pero para ella era una meta lejana.
Su deseo de tener una familia la acompañó durante años y, a pesar de su extraña condición, jamás se dio por vencida.
Stacey, nació con osteogénesis imperfecta de tipo 3, un trastorno congénito donde existe una deficiencia en el colágeno, una proteína indispensable para el crecimiento de los huesos, esto causa una gran fragilidad en estos, lo que produce una predisposición a las fracturas y al bajo desarrollo de los pulmones, además de alterar considerablemente el crecimiento de la persona.
Debido a esta enfermedad, Stacey de 36 años de edad, tiene una estatura de apenas 71 cm.
Pero esto no fue motivo de tristeza para ella pues ha logrado vivir su vida de forma normal. Se casó con Will Herald en el 2004, él es un vicario de 27 años y 1,75 cm de altura. Ambos residen actualmente en Kentucky, USA.
Pero aunque eran felices juntos, sentían que faltaba más en su vida. Por lo que decidieron tener un bebé.
En contra de sus deseos, se encontraban todos los médicos a los que acudieron por consejo; ya que, debido al tamaño de Stacey, el embarazo podría causar su muerte al aplastar sus pulmones o su corazón.
Me rompió el corazón que no pudiera tener hijos”, comentó Stacey. “Toda mi vida mis padres me habían dicho que podía hacer cualquier cosa. Luego estaban estos médicos que me decían que no podíamos tener una familia completa. Me dolió muchísimo”.
De esta forma, esta pareja dio la espalda a sus doctores, teniendo no un bebé, ¡sino tres! Ahora Stacey es la orgullosa madre de dos niñas y un pequeño varón.
Y, aunque lograron su cometido, no significa que haya sido fácil, al contrario, existieron muchos altibajos en sus embarazos que hubieran acobardado a cualquiera.
Todos me dijeron que moriría. Me rogaron que no tuviera un bebé, incluso mi madre me dijo: ¿sabes que no sobrevivirás? Le dije: es un milagro que esté aquí, que tengo vida, ¿Por qué no podría ser esto un milagro también?”.
“Nosotros escuchamos a los doctores y los respetamos, pero ellos no siempre tienen la razón, así que terminamos haciendo lo que sentimos es lo mejor”, dijo Stacey. Y así, en un lapso de 3 años, este matrimonio logró tener a 3 hermosos hijos.
Su hija mayor, Kateri, de tres años, nació con la misma condición que su madre. Makya de 2 años, es de tamaño normal, completamente saludable, quien ya es 30 cm más alta que su madre y, al estar Stacey en silla de ruedas, es poco complicado lidiar con ella.
“Físicamente no puedo detener a Makya si está molesta. Ella ya es muy grande para mí, así que Wil se encarga de ella”.
El hijo menor, Malachi, también heredó la enfermedad de su madre y nació por medio de una rara cesárea vertical con tan solo 8 meses de gestación.
Además, aunque fue dado a luz sin ningún hueso roto (es normal que los niños con esta condición nazcan con los brazos o piernas rotos por el parto), fue puesto inmediatamente en la incubadora en el área de cuidados intensivos neonatales. También tuvo que pasar por la sala de cirugía por una hernia que podría haber causado su muerte.
Cuando descubrimos que Malachi tenía mi condición fue duro. Pero sabíamos que seríamos el mejor apoyo posible para él porque Kateri y yo ya hemos pasado por eso”, dijo Stacey.
“En un momento nos dijeron que su corazón se había detenido y pensamos que no podría sobrevivir, pero afortunadamente los médicos lograron salvarlo. Nos pareció un milagro”.
Después de un mes de observación, Malachi estuvo lo suficientemente fuerte para ir a casa. Donde empezó la travesía de cuidar a tres niños, una tarea ardua incluso para una persona de tamaño promedio.
Will se encarga de su cuidado por las noches, mientras que Stacey, gracias a algunas plataformas diseñadas para su silla de ruedas, hace todos los deberes necesarios durante el día, desde alimentarlos, hasta cambiarlos.
Pero siempre hay una persona, generalmente un familiar, que la ayuda cuando su esposo no puede estar en casa. “Estamos muy ocupados ahora. Dormir es algo que realmente extrañamos”, dijo Stacey.
«Todos mis bebés son un milagro”.
“No planeábamos tener más de dos hijos, solo pensamos que son un regalo para el mundo, y cuando los miro veo a Will y me siento tan llena de amor, que es difícil no querer más”, dijo Stacey. Ella tomó todos los riesgos posibles y superó todas las adversidades para tener una familia.
Stacey es una gran demostración de que las cosas se pueden lograr incluso aunque todos te digan lo contrario, siempre existirá la manera. ¡Comparte esta increíble historia con tus amigos!