Hay historias de amor que son realmente conmovedoras y la de esta pareja de ancianos no es la excepción.
Tom, de 84 años, y Delma Ledbetter, de 82, sí que supieron el verdadero valor del compromiso e hicieron honor a sus votos matrimoniales al morir juntos con sus manos entrelazadas.
Los Ledbetter vivieron 62 años de feliz matrimonio y han sido un verdadero ejemplo de lo que significa encontrar a tu otra mitad en este mundo.
Tom y Delma se conocieron a principio de los años 50 en Florida, una amistad en común los presentó y de inmediato surgió la química entre ellos.
Solo 3 meses más tarde, los jóvenes veinteañeros de Lake Jackson estarían iniciando su vida juntos, sin imaginarse que realmente sería hasta que la muerte los separará.
“[En su primera cita] Estuvieron conduciendo en el auto dando vueltas a dos o tres bloques, volvieron al punto de partida y estacionaron. Entonces él le tomó la mano ‘No sé lo que me hizo actuar, y me acerqué dándole un beso en la mejilla‘”, según cuenta Donetta Nichols, una de las hijas del matrimonio Ledbetters.
Esta pareja tuvo dos hijas, las cuales les alegraron la vida regalándoles siete nietos. Además, los Ledbetters también tuvieron la dicha de conocer a sus siete bisnietos.
Tras levantar a su familia, la pareja se pasó sus últimos años de vida viajando por Estados Unidos.
En el 2017, Delma enfermó de gravedad y tuvo que abandonar su casa para recibir atención médica en el Hospital. Este parece haber sido un golpe muy fuerte para su esposo Tom, quien poco tiempo después también cayó enfermo y terminó siendo ingresado.
“No podían tomarle el pulso. No podían tomarle la presión sanguínea. No podían tomarle nada. Sin embargo, mamá estaba aferrándose a algo. Parece que ese ‘algo’, era su esposo Tom, dado que él extrañamente se enfermó poco después de su amada esposa”, relató Nichols.
La pareja fue recluida en un lugar de ancianos para que pudieran recibir la atención que requerían sin necesidad de estar separados.
Tom y Delma compartían la misma habitación pero dormían en camas separadas, una al lado de la otra. Debido a esto, Tom tenía por costumbre extender su mano y aferrarse a la de su amada.
El 21 de abril de 2017, Tom se estiró en busca de la mano de Delma. Esta fue la forma en que ambos ancianos partieron de este mundo con sus manos entrelazadas, a poco más de una hora de diferencia. La primera en despedirse fue Delma y 90 minutos después moriría Tom.
“Esta era la forma en la querían marcharse los dos. No podía haber sido mejor”, explica Nichols.
La historia de esta pareja ha conmovido a más de uno, después de que su hija compartiera una última foto de los ancianos mientras estaban tomados de la mano pocos minutos antes de morir.
El pasado mes de abril se cumplieron 2 años desde la partida de estos esposos y su hija Stephanie los recuerda con ese amor que los caracterizó. Tom y Delma descansan juntos en Restwood Memorial Park en Clute, Texas, y de seguro su amor los mantiene unidos en el cielo.
La historia de estos abuelitos realmente nos recuerda el verdadero sentido del amor.