El Internet ha roto los antiguos paradigmas sobre cómo obtener dinero y cada día son más las personas que buscan modos para ganar dinero en línea. Los jóvenes son quizás los más diestros en este tema y Leonardo Kuhn no escapa de esta realidad.
El joven de 18 años lleva más de un año generando ingresos a través de un juego en línea para poder mantener a su hermano que sufre de una dura condición.
Desde hace un año que ingresó a la plataforma Twitch y se ha convertido en todo un crack de Counter-Strike: Global Offensive (CS:GO), su principal motivación es su hermano que padece un problema cardíaco y necesita un tratamiento realmente costoso para sobrevivir.
La familia ha logrado salir adelante con los ingresos que Leo ha hecho durante el último año en la plataforma así que en agradecimiento el joven organizó una transmisión en vivo de 50 horas para compartir con sus seguidores todos los conocimientos que tiene respecto a la plataforma.
Leo encontró un modo de agradecer a todos por el apoyo que le han dado con la enfermedad de su hermano, ya que sin las donaciones que recibe de sus seguidores no sabría qué hubiese pasado en su hogar.
Lo que el chico no imaginaba es que ese pequeño gesto de agradecimiento desencadenaría una mayor solidaridad y un seguidor lo sorprendió en línea, haciéndolo estallar en lágrimas durante la transmisión.
Una persona le hizo una donación de 147.000 euros y la conversión lo dejó con más de 900.000 reales en su cuenta, es decir más de 170.000 dólares americanos.
«Permaneceré en el anonimato porque no quiero nada a cambio. Cambiaste mi vida. Gracias a sus historias, no atenté contra mi vida y mi depresión se curó”, escribió el usuario que hizo la jugosa donación a Leonardo.
Este gamer perdió a su padre cuando era bastante joven y con su hermano esquizofrénico y con problemas cardíacos su madre debió trabajar mucho para sacarlos adelante. Comenzó a jugar a los 16 años en un momento en que se recuperaba de un cuadro depresivo, así que pudo identificarse con el sentimiento de su donante.
“Tenía mucha hambre y vivía la peor vida posible. Mi madre trabajaba como cocinera, pero tuvo que irse porque mi hermano empeoró. Trabajé en un restaurante en las mañanas y tardes, en una pizzería por la noche y tuve otro trabajo el fin de semana para ayudar con el tratamiento de mi hermano, poner comida en la mesa, ayudar a mi madre”, recuerda en referencia a esa época de su vida.
En los últimos años, Leo se ha dedicado al juego para ayudar a su familia y pensaba retomar sus estudios cuando tuviese una buena base financiera y pudiese reducir las horas de juego.
Parece que ese momento llegó.