Algunas personas sobreviven en la calle mientras intentan buscar la forma de alimentarse y obtener un ingreso económico. La situación de cada uno es diferente, y lejos de juzgarla hay que mirar con empatía a quienes no cuentan con un techo en el cual protegerse y día tras día sufren los estragos de la soledad.
Puede haber infinitas causas por las cuales alguien termine completamente desamparado y es realmente difícil conocerlas a profundidad. Es importante, tener una mirada solidaria y empática con todos los que intentan salir adelante ante las adversidades que implican no tener nada.
Recientemente, se difundió en las redes el vídeo de un hombre sin hogar que fue grabado por un transeúnte que circulaba en su auto por la zona de Sabinas, Coahuila, México, en la que acostumbra a pedir dinero en la calle.
Las escenas causaron polémica porque el hombre rechazó la oferta de trabajo que recibió después de que le preguntara si había comido algo, y este le dijera que lo ayudara con cualquier cosa para alimentarse.
“Chambear no me place”, dijo usando un término coloquial de México para definir el trabajo. El conductor le ofreció la oportunidad de tener un empleo en un terreno, pero lejos de alegrarse y aceptarla le confesó que simplemente no le agradaba trabajar.
“Tengo una chambilla (trabajo) para limpiar un terreno, ¿no quieres?”, le dijo el conductor al hombre que pedía dinero.
El hombre respondió: “No… lo que pasa que yo no puedo, carnal. Yo me la paso pidiendo, ese es mi rollo, chambear no me place”.
El conductor insiste: «¿Entonces no te animas?», y él responde: «no, la mera neta no» reiterando su posición.
Desde que las escenas fueron difundidas en las redes se generó una gran polémica, algunos aseguran que el transeúnte no debió exponer la vulnerabilidad del hombre porque incita a hacer injustas generalizaciones sobre las personas sin hogar.
Y efectivamente, no todos los que sobreviven en la calle se niegan a la oportunidad de tener un empleo para obtener un ingreso y salir adelante.
Por otro lado, algunos cuestionan el comportamiento del hombre que no aceptó el trabajo confesando abiertamente que prefiere pedir limosna para vivir.
Miles de usuarios en las redes han criticado su actitud tachándolo de “malagradecido” y “cómodo”.
También se han hecho virales los casos de personas que desde la calle donde apelan a la solidaridad de los transeúntes para vivir, aprovechan la oportunidad de pedir la oportunidad de tener un trabajo digno para ganarse el sustento diario. En una posición tan vulnerable, es muy difícil conseguir empleo.
Un abuelito de 80 años, de México, con un cartel ofrecía sus servicios como profesor de matemáticas en la calle ante la crisis de la pandemia.
Asimismo se conoció el caso de una madre también en México, que ofrecía prendas de ropa en la calle a cambio de alimentos y pañales para su hijo.
El debate sobre el vídeo publicado en las redes parece no tener fin, compártelo y comenta tu opinión sobre el caso.