Una tragedia sacudió a un barrio tranquilo de Nevada, en las Vegas, cuando uno de los vecinos, John Lunetta, mató a toda su familia, incluyendo a su mascota, y después se quitó la vida él también.
El asesino era el director médico de la Cruz Roja Americana de Nevada, de 40 años de edad, autor del crimen de su novia, de 35, del perro de la familia, y de su hijo, pocos días antes de la celebración del primer cumpleaños del pequeño.
Los cadáveres del doctor John Lunetta, de su novia Karen Jackson y de su hijo John Jr., fueron descubiertos en su casa de Las Vegas.
La policía mencionó que habían sido llamados recientemente a casa del homicida por un argumento de custodia, pero no por una amenaza física. Lunetta poseía un arma legalmente, con lo que pudo matar a su familia antes de dispararse a él mismo y acabar con su propia vida.
Trabajó como director médico de la región de Nevada en el área de servicios de sangre. Se conoce que los familiares llamaron a la policía pidiendo un cheque de asistencia social.
En relación a los hechos, los vecinos dijeron que Lunetta tenía fama de haber tenido muchas mujeres en la casa antes de que Jackson se mudara hace aproximadamente un año y medio.
Pero nunca vieron a la pareja peleando o discutiendo y jamás creyeron que fuera capaz de cometer un asesinato, de acuerdo a lo que declararon.
Sin embargo, los rumores habían sugerido que Lunetta era un hombre controlador y que discutía mucho con su pareja, según dijeron otros vecinos.
También habían visto un camión en movimiento frente a la casa durante el fin de semana y se imaginaron que Jackson se iría de la casa.
Jackson acababa de pasar un examen para certificarse como enfermera de familia.
Una casa pintoresca. Un vecindario tranquilo que se vio destrozado por la noticia de que el doctor Lunetta había matado a su familia y a su mascota, antes de suicidarse.
Los transeúntes del lugar dejaron flores y juguetes en un monumento improvisado afuera de la residencia de Las Vegas, Nevada, en el barrio aparentemente tranquilo.
Los vecinos dijeron que nunca vieron a la mujer entre las horas acostumbradas de salida de su trabajo y sus clases de enfermería, de acuerdo a lo que dijeron a Las Vegas Review Journal.
La policía aseveró también que otra hija -de 10 años- de la mujer, fruto de una relación anterior, no estaba en casa cuando su familia fue asesinada y ahora está con otros miembros de la familia. Lo que le añade a la tragedia un nuevo asunto por resolver: una pequeña huérfana.
Los oficiales piensan, además, que los cuerpos pueden haber estado dentro de la casa por un día.
Los vecinos no superan el horror que les han causado los acontecimientos, sobretodo quienes conocían de cerca a Lunetta. El vecino Michael Bernardo dijo:
Fue espantoso oír esto. Sé que amaba a su bebé. Sé que amaba a su perro.
No sabemos cuáles fueron los motivos reales por los que Lunetta haya llegado a cobrar la vida de toda su familia, incluida la suya. Pero no deja de ser escalofriante pensar que no le tembló la mano para hacerlo. Mucha angustia debió haber sentido para tener que llegar a tal drástica decisión.
Pero una enfermera que pudo salvar vidas, un médico que pudo salvar otras y un bebé con un futuro por delante, se vieron eliminados en un abrir y cerrar de ojos.
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