Mariela Tasat estuvo desaparecida durante 15 años, era una de las adolescentes que más tiempo llevaba perdida en Argentina según la organización Missing Children. Pero ahora, el calvario de su madre, Luisa Olivera, quizás ha llegado a su fin: el cuerpo de la joven apareció enterrada a cuadras de su casa en un cementerio.
Mariela tenía 14 años la última vez que fue vista en la puerta de su casa de Lanús, provincia de Buenos Aires, Argentina, el 7 de septiembre de 2002. Desde entonces su mamá la busco incansablemente con la hipótesis de que a su hija la había secuestrada una red de trata. Finalmente, y al reabrirse la investigación, el cuerpo de la adolescente apareció enterrado a sólo 15 cuadras del domicilio.
Con esta foto buscaban a Mariela.
Luisa Olivera, confirmando ante las cámaras que su hija había aparecido en el cementerio.
“Quiero agradecer a todos los del grupo que siguieron la búsqueda de mi hija, pero debo informar que mi hija apareció muerta como NN”. Ese fue el mensaje que escribió Luisa Olivera, la mamá de la adolescente en Facebook.
Luisa contó que cuando su hija desapareció, tanto ella como su marido, trabajaban en Capital Federal: “Mariela estaba junto a su hermano Javier en la puerta, en la vereda, tomando mates. Como sonó el teléfono, fue Javi a atender. Mi marido le pidió hablar con Mariela, pero cuando fue a buscarla ya no estaba. Aprovecharon esos segundos para llevársela».
Para Luisa reconocer la muerte de su hija fue muy duro.
Todas las hipótesis apuntan ahora a que Mariela murió atropellada por un tren dos días después de su desaparición.
Luisa no sólo soportó la ausencia de su hija, sino también la muerte de su marido, que falleció a los dos años por un cáncer. La madre siguió buscando por todos lados, recolectando testimonios, siguiendo pistas falsas que la llevaron a meterse en prostíbulos y luchó durante 15 años para que la Policía no olvidara su caso.
Esta incansable madre no paró nunca de buscar a su hija.
Ahora, a partir de la reapertura del caso, que había quedado archivado, la fiscal Viviana Giorgi, de Lomas de Zamora, pidió informes de todas las morgues y cementerios. Después de recopilar datos y realizarse una exhumación en el cementerio de Lanús, el cuerpo de Mariela apareció enterrado como NN (No identificada).
La Justicia logró identificar a la joven tras un análisis dactiloscópico que probó por medio de una huella en el pulgar derecho que se trataba de Mariela. Según lo que se sabe hasta ahora, la adolescente tuvo un accidente en las vías de Ferrocarril Roca y fue derivada del Hospital Lanús al Fiorito de Avellaneda, donde falleció, y fue enterrada a pocos metros de su casa.
Ahora, quizás la madre de Mariela en medio del dolor, pueda dormir tranquila en las noches.
Sin embargo, nadie podrá borrar los 15 años que estuvo sin saber nada de su hija.
En un mensaje desgarrador de su mamá en Facebook muestran que aún hoy, sabiendo qué pasó con Mariela, no tiene consuelo: “Siempre te llevaré en mi corazón hija querida. Qué dolor tan grande perder un hijo, Mariela era por lo que estaba viviendo, ahora que ya no la tengo me quiero morir con ella. Sé que pronto vamos a estar juntas en el cielo”.
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