El 27 de enero de 1945, las tropas soviéticas liberaron a Europa del reinado de terror que el régimen alemán instauró en su imperio de barbarie.
Después de 75 años, dos primos judíos perseguidos por la ignominia del Tercer Reich que se creían muertos, pudieron finalmente reunirse en un conmovedor abrazo que ha roto los corazones de millones de seguidores en las redes sociales, a través de un vídeo publicado por la familia de los ancianos.
Morris Sana y Simon Mairowitz nacieron en Rumania
Nuestros protagonistas, Morris Sana y Simon Mairowitz, dos rumanos quienes, además de primos son grandes amigos de la infancia, tuvieron que ser separados por la alianza del gobierno rumano a la causa nazi, en 1940, motivando la salida del país de ambas familias. Más nunca se volverían a ver.
Los viejos camaradas creían que el otro había perdido la vida a manos de los que estaban a cargo de los campos de concentración, por lo que no albergaban ni la más mínima esperanza de reencontrarse. Pero, ¡oh sorpresa! el milagro, sucedió. Los primos estaban vivos.
Seguidamente, familiares de Mairowitz lograron arreglar el conmovedor encuentro y Simon viajó desde el Reino Unido hasta Israel para reencontrarse con su entrañable amigo, que desde hace varios años reside en la ciudad de Tel Aviv.
En el vídeo publicado por Leetal Ofer, nieta de Sana, puede verse al abuelo ingresando a una habitación de hotel y caminando en dirección hacia su primo.
This is one of the most moving things I’ve ever seen and I’d love to share it with you.My mom recently found some of her long lost cousins on Facebook. To make a long story short…My grandfather couldn’t find his cousin and best friend after the Holocaust and was sure that he was killed at the concentration camps. He hasn’t seen or heard from his cousin in 75 years. We were able to arrange for the cousins to meet today. The war tore so many families apart and to bring them together in Israel is so magical.
Publiée par Leetal Ofer sur Samedi 21 septembre 2019
Setenta y cinco años tuvieron que pasar para que, finalmente, los ahora octogenarios se fundieran en un fuerte abrazo entre lágrimas y recuerdos de una infancia feliz en la vieja Rumania.
Sus honestas lágrimas nos han conmovido a todos
“Me alegro de verte. Setenta y cinco años esperando. Es un largo tiempo, pero ahora nos tenemos el uno al otro”, dijo Sana mientra Mairowitz, en un gesto de cariño sostiene con sus manos el rostro de su amigo que creía muerto.
Morris Sana, de 87 años, es dos años mayor que su primo, a quien le expresó con dulzura que, a pesar del paso del tiempo, todavía lo recuerda como un pequeño que corría junto a él por las calles empedradas de su ciudad natal.
Por su parte, la emocionada nieta y artífice del grandioso reencuentro, escribió unas sentidas palabras que han sido difundidas por varios medios de comunicación internacionales:
“Esta es una de las cosas más conmovedoras que he visto en mi vida y me encantaría compartirla con ustedes.
Para hacer una larga historia corta, mi abuelo no pudo encontrar a su primo y mejor amigo después del Holocausto y estaba seguro de que había sido asesinado en los campos de concentración.
Lo encontré y pudimos organizar que los primos se reencontraran. La guerra desgarró a miles de familias. Por eso, reunirlas en Israel ha sido algo tan mágico”, se lee en el mensaje.
En esa correspondencia recíproca, la comunión entre los dos primos y amigos se profundizó hacia lo más personal de cada uno, mostrando que la verdadera amistad y complicidad de un niño resiste cualquier obstáculo, incluso el paso del tiempo, y es expresión de una relación sincera, genuina y para toda la vida.
Comparte esta emotiva historia sobre el valor de la amistad con tus seres queridos. Las personas conocidas con las que compartir, son muchas, pero la verdadera amistad es una sola y se siente con pocos.