Padres del mundo entero se encuentran alarmados ante la noticia de que un hombre contaminó envases de comida para bebés con pequeñas piezas de metal afiladas. Dos madres han reportado que estuvieron a punto de dar a sus hijos de la peligrosa sustancia, pero afortunadamente se dieron cuenta a tiempo de lo que estaba sucediendo.
Todo sucedió en la comunidad de Lincolnshire en el Reino Unido.
Después de una delicada investigación, las autoridades dieron con el culpable. Nigel Wright es un granjero que se dedicaba a la cría de ovejas, una vez que contaminó varios envases de Heinz en varios supermercados Tesco, comenzó a enviar una serie de correos electrónicos a los gerentes del lugar para chantajearlos.
Nigel firmó los correos electrónicos a Tesco con “Los Piratas Lácteos”.
Nigel quería que le pagaran miles de dólares en bitcoins a cambio de revelar en qué productos había ubicado la terrible trampa que podría atentar contra la vida de los niños.
“Imaginen que un bebé es herido gravemente por comer uno de sus productos. Si me pagan, los salvan”, decían los correos de Nigel.
El hombre de 45 años aseguró que formaba parte de un grupo de granjeros que se encontraban frustrados por el bajo precio al que debían vender sus productos lácteos.
Sin embargo, durante el juicio cambió sus declaraciones una y otra vez y aseguró que todo lo había hecho porque una serie de individuos estaban amenazando su familia.
“Dijo que unos extraños amenazaron a su familia y le dijeron que debía robar un banco o chantajear un supermercado para conseguir dinero”, explicó un portavoz del caso.
Las autoridades hicieron seguimiento a las grabaciones de las cámaras de seguridad y encontraron el momento en que Nigel introducía piezas de metal afiladas en el área de comida para bebés. Ese mismo día realizó una compra de una botella de vino y un ramo de flores para regalar a su esposa.
Nigel fue declarado culpable y su sentencia saldrá el 28 de septiembre.
Morven Smith es una madre que estuvo a punto de dar de comer el producto de un envase contaminado a su bebé de 10 meses. Harprett Kaur se encontró en la misma situación con su pequeña de tan sólo 8 meses. Afortunadamente, ambas madres se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo y contactaron a Tesco para reportar lo sucedido.
Tesco eliminó 42.000 envases de comida de bebé y no guardan sospechas de más comida contaminada.
Es un verdadero alivio saber que la justicia encontró al responsable de todo esto. Esperamos que sigan alertas para evitar que ninguna otra persona juegue con la vida de niños inocentes.
Une tu voz y comparte esta noticia para exigir que la justicia vigile de cerca lo sucedido y velen por la salud de los bebés.