El cáncer es una enfermedad temible y son muchas las víctimas que ha tenido en los últimos tiempos. Pero hay muchas personas que, a pesar de lo avanzado de su mal, los tratamientos oncológicos han permitido que lo superen.
Tal es el caso de una joven estadounidense que lo venció, justo en la época más bonita y llena de amor del año.
Chloe Cress es una jovencita estadounidense de catorce años que ha venido dándole la guerra a un tipo de cáncer conocido como rabdomiosarcoma alveolar, que se forma en el tejido muscular, con frecuencia en brazos, piernas, y pecho.
El inicio de esta pesadilla para Chloe comenzó con una dificultad para caminar, y después comenzó a darle fiebre. Los exámenes y estudios médicos determinaron que realmente algo no andaba bien.
«Chloe comenzó a cojear y pensamos que fue por tropezar con una puerta», dijo Shawn Cress, el padre.
Se le realizó una tomografía y fue cuando se le detectó un enorme tumor cerca del corazón. Ya se había logrado extender hasta su esófago y algunas de sus vértebras, por eso sus músculos se vieron afectados y no podía caminar con normalidad.
No perdieron tiempo, fue ingresada al hospital de Investigación Infantil St.Jude en Memphis y siempre estuvo acompañada de su familia quien la apoyó en todo momento.
Se le aplicó una serie de quimioterapias, no era nada fácil para la joven, pero el consuelo que recibía de sus seres amados la ayudaba a seguir adelante.
Trataba de distraerse mirando vídeos de YouTube como cualquier jovencita de su edad, y con la compañía una vez al mes de sus dos amadas mascotas, los perritos Rollie y Buu.
Su caso era delicado, el tumor estaba en etapa IV, es decir en estado terminal. La jovencita ha sido una guerrera, ha luchado contra su enfermedad poniendo de su parte para salir adelante a pesar de tan dura prueba.
A pesar de que Chloe ha perdido su cabello, y está en silla de ruedas por el gran agotamiento y la neuropatía en su pie, los médicos le han dado una noticia genial.
Le informaron que el cáncer se encuentra en una condición conocida clínicamente como remisión, y no hay impedimento para que pase la Navidad con toda su familia en su casa en Kingsport, Tennessee.
«Definitivamente es un milagro. Fue un torbellino que golpeó rápido y uno realmente no sabe qué hacer cuando ve a su hijo enfermo«, dijo el padre.
El amoroso progenitor comentó que un vecino de la comunidad supo del regreso de Chloe, y tuvo la delicadeza de decorar con luces de navidad el hogar de la joven.
La chica está muy feliz de volver a jugar con sus perros, a parte de los dos que ya tiene, quiere un tercero.
Lo importante es que Chloe está feliz en casa con los suyos, y cada vez se siente mejor. La familia se siente optimista, desean fervientemente que desaparezca para siempre todo indicio del mal que la aquejó.
Comparte esta hermosa historia con todos tus amigos, y disfrutemos cada segundo de la salud y la vida que tenemos.