¡Esto es grandioso! Es un gran avance que llenará de esperanza a miles de pacientes que enfrentan la difícil enfermedad de la leucemia. El caso de Layla Richards ha dado la vuelta al mundo.
Ella tenía solamente tres meses de edad cuando fue diagnosticada con leucemia linfoblástica aguda. Es británica y se convirtió en la primera persona en el mundo que vence el cáncer de leucemia con un tratamiento pionero.
La pequeña Layla sufría mucho con la agresividad de su enfermedad, los médicos acordaron someterla a quimioterapias, al trasplante de médula ósea y otras opciones alternas pero nada funcionó. Para los profesionales de la salud ya estaban agotados los recursos y llegaron a decirle a su familia que ya no había nada que pudieran hacer para salvarla.
Pero los médicos no se rindieron. Optaron por seguir luchando y en el Great Ormond Street Hospital (GOSH) de Londres le aplicaron una técnica que hasta entonces no había sido probada en seres humanos.
Solamente había sido probada en ratones de laboratorio así que realizaron una junta médica donde el comité de ética de emergencia aprobó la factibilidad de aplicar esta técnica en Layla. Era algo experimental pero sus padres estaban dispuestos a asumir cualquier riesgo que pudiera salvar la vida de su hija.
El tratamiento consistía en emplear “tijeras moleculares”, células inmunes (linfocitos T) y manipularlos genéticamente para que puedan combatir las células cancerígenas.
Ashleigh, el padre de Layla, comentó que era aterrador pensar que el tratamiento no había sido utilizado nunca en un ser humano, pero no había duda de que queríamos intentarlo todo. En medio del dolor y la desesperación cualquier opción que pudiera recuperar a Layla era buena”.
Así fue como Layla fue sometida a este tratamiento y aunque al principio no demostraba ningún progreso, dos semanas después comenzaron a ver cambios favorables.
Desde esos días han transcurrido cinco meses y ha vuelto a su hogar, está sana y libre de células malignas. Sin embargo, de momento debe volver al hospital para realizar chequeos mensuales.
Paul Veys es el director de trasplante de médula ósea en GOSH y es el médico principal de Layla. Afirmó: “Como esta fue la primera vez que utilizamos el tratamiento, no sabíamos la probabilidad de su efectividad pero cuando descubrimos que había funcionado, fue una sensación inexplicable. La leucemia de Layla era tan agresiva que prácticamente fue como un milagro”.
Asimismo, el profesor Waseem Qasim, inmunólogo consultor de GOSH dijo: “Solamente hemos usado este tratamiento en una niña fuerte y hay que ser muy cuidadosos en afirmar que esta sería una opción adecuada para todos los niños. Es un punto de referencia para el uso de la nueva tecnología de la ingeniería genética y el efecto que ha tenido en Layla es asombroso”.
Sin duda, este es un gran paso hacia la cura de la leucemia que afecta a muchos niños alrededor del mundo. Es duro que niños tan pequeños tengan que enfrentarse al desafío de vivir en medio del dolor y el sufrimiento sin poder disfrutar en plenitud de su infancia con normalidad.
Me alegra muchísimo conocer que este puede ser el comienzo de la solución para que todos los pequeños guerreros que luchan contra el cáncer ganen la batalla. ¡Compártelo!