En 1997 Troy Sowers comenzó a trabajar en el FBI. Se encontraba muy nervioso pero estaba dispuesto a dar lo mejor de sí. Uno de sus primeros casos fue el caso de un bebé que fue arrebatado de los brazos de su madre apenas horas después de su nacimiento.
La mujer responsable del hecho se había disfrazado de enfermera para poder pasar desapercibida en el hospital.
Las investigaciones comenzaron de inmediato y el equipo de Troy logró hacer contacto con los secuestradores. Tras angustiosas horas de negociación, lograron que el encargado de la banda les dijera el lugar exacto en donde dejarían al bebé.
Troy sirvió en la oficina del FBI en Knoxville, Tennessee.
Se trataba de un gran avance pero todavía no sabían con certeza si el pequeño se encontraría con vida ya que habían pasado más de 19 horas desde el secuestro. La familia del bebé comenzó a esperar lo peor, pero por suerte las cosas salieron bien.
“Un agente de más experiencia me llamó y me dijo: ‘Pocas veces tendrás la oportunidad de hacer algo tan maravilloso’”.
Troy se dirigió a un basurero detrás de un restaurante y encontró a Stewart en una caja. Lograron salvar la vida del bebé y esto se convirtió en uno de los momentos más importantes en la carrera de Troy.
«De no haber sido por él yo no estaría aquí, mi familia no sería la misma».
Para entonces era tan sólo un novato en su oficio, pero pudo comprobar su vocación por ayudar a los demás. A lo largo de los años se preguntó qué habría sido de la vida de ese bebé. No podía imaginar que el día de su retiro lograría conocerlo y darle un gran abrazo.
“Cuando tomé el bebé en mis brazos no estaba llorando. Vi que se abrazó a mi cuello y comprendí que lo habíamos salvado”.
Han pasado 22 años y los compañeros de Troy organizaron una fiesta sorpresa para festejar su retiro.
Todos recordaron el legendario caso del bebé secuestrado y se las ingeniaron para rastrearlo e invitarlo a esta importante reunión. Resulta que Stewart es hoy en día un cabo de la Marina.
Se mostró muy feliz de poder celebrar a alguien tan importante. Siempre había querido conocerlo y agradecerle por el enorme impacto que tuvo en él y en su familia.
“Estoy muy feliz de ver lo mucho que has logrado hacer con tu vida. Ahora debes continuar el legado”.
Ahora Troy podrá disfrutar de su merecido retiro. No hay duda de que conocer al hombre que rescató cuando era tan sólo un novato es la mejor manera de celebrar su dedicado trabajo a lo largo de tantos años.
Fue un reencuentro inolvidable que ha emocionado a miles de personas, no te vayas sin compartirlo.