No hay nada más importante que velar por nuestra salud. Sin embargo, hay ocasiones en las que esto puede tornarse algo difícil especialmente en los casos de personas que sufren una condición en donde se les hace imposible ingerir una buena cantidad de alimentos como vegetales o frutas.
Harvey tiene actualmente 18 años.
Harvey Dyer es un un joven que ha perdido la vista casi en su totalidad. Los médicos aseguran que el origen de este es una alimentación desbalenceada ya que desde que tenía dos años de edad lo único que ha comido son chocolates, patatas fritas y algunos yogures.
Acudió con su madre a un programa de televisión para explicar cómo han sido juzgados por este estilo de vida; pero se trata de algo que va mucho más allá de los simples gustos a la hora de comer.
En el ojo izquierdo Harvey ha quedado completamente ciego y en el derecho su visión está cada vez más comprometida.
Kerry James, su madre, explicó que su hijo sufre de una extraña condición llamada Arfid. Esto también es conocido como trastorno de la ingesta de alimentación selectiva y comienza desde una edad muy temprana. Se trata de algo que ha sido reconocido oficialmente desde hace muy poco tiempo.
El Arfid es muy difícil de diagnosticar debido a que muchas personas lo confunden con un simple “antojo” de los niños.
Muchos especialistas, e incluso nutricionistas, todavía no están al tanto de esta realidad. A pesar de que su madre intentó darle la mejor alimentación posible, él no hacía más que rechazarla y explicar que era imposible.
“Nos ofrecieron merengadas y cosas por el estilo pero para él era imposible tomarlas”.
Después de muchos intentos y acudir con varios especialistas, la mayoría de las personas pensaron que se trataba de malos hábitos. Mandaban una serie de alimentos a Harvey pero estos también eran completamente rechazados por él y no podía tragarlos.
Con el paso del tiempo sus valores nutricionales comenzaron a afectarlo cada vez más y ahora se encuentra en riesgo de perder por completo la vista.
Actualmente, Harvey ha logrado comenzar a ingerir batidos de proteínas.
Ahora, Kerry asegura que la visión de su hijo habría podido salvarse de haber contado con una mejor atención en el Servicio Nacional de Salud.
Sus pruebas parecen demostrar que la falta de vitamina A fue la principal causa de la pérdida de visión; de modo que una inyección con la carga vitamínica necesaria podría haber causado una importante diferencia en la salud del adolescente.
Los médicos no creen que sea posible que Harvey recupere su visión.
Esperamos que el joven Harvey pueda recibir la mejor atención posible y que su caso pueda ayudar para que muchas personas descubran la gravedad de esta condición.
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