Muchas veces olvidamos la importancia de ayudar a los demás, especialmente si se trata de personas mayores que empiezan a tener algunas dificultades para realizar tareas que antes resultaban ser las más sencillas. El señor Lee es un anciano veterano de la segunda guerra mundial.
El señor Lee tiene 96 años de edad.
Ahora pasa sus días de la manera más tranquila posible y tiene una pequeña tradición que consiste en ir a Chick-fil–A para descansar mientras se toma un café y una deliciosa galleta.
Varios empleados del lugar lo reconocen apenas llega y no dudan en brindarle la mejor atención posible. Sin embargo, un día el señor Lee llegó temblando de miedo y verdaderamente afectado.
Todo sucedió en la ciudad de Hanover en los Estados Unidos.
Había tenido un problema con su automóvil y se encontraba frustrado por no lograr cambiar un neumático pinchado. No contaba con ayuda de ningún amigo o familiar así que lo único que pudo hacer fue ir a Chick-fil-A para pedir ayuda.
“Estaba a punto de llorar. Nos explicó que a duras penas había logrado llegar al restaurante”.
Le pidió ayuda a Daryl Howard. El gerente no dudó un segundo y dejó todo lo que estaba haciendo para ayudar al dulce anciano.
Para Daryl se trataba de una tarea sencilla y antes de que el pobre Lee terminara de pedir el favor ya se encontraba camino al estacionamiento para poder solucionarlo.
Después de unos minutos, el auto del abuelo se encontraba en perfecto estado. Ahora podría continuar con su día sin ningún problema.
Rudy Somoza, otro gerente del lugar, tomó la fotografía.
Como es de esperar, el alegre Lee realizó su compra habitual y agradeció a todos con la mejor de las sonrisas. Todos los empleados de esta cadena de restaurantes se han ganado una merecida fama por ofrecer siempre un trato amable a todos los clientes. Daryl, sin embargo, aseguró que es algo que haría por cualquier persona.
“Este es el tipo de personas que necesitamos. Todos deberían estar orgullosos de él”.
En cuanto las imágenes se dieron a conocer en las redes, personas de todo el mundo quedaron conmovidas con el hermoso gesto de ayuda para este abuelo.
Personas como él no siempre cuentan con una familia o con las fuerzas necesarias para realizar las actividades del día. Algo que en apariencia puede parecer muy fácil, puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza para ellos.
Daryl Howard recibió un emotivo reconocimiento por su labor hacia el anciano que necesitaba ayuda.
“Qué persona tan maravillosa. Todavía existe gente buena en el mundo”.
Es una suerte saber que puede contar con la ayuda de personas como Daryl en todo momento.
¿Qué opinas de la generosidad de Daryl? Comparte esta nota para celebrar estas pequeñas acciones que son las que hacen de este mundo un lugar mejor.