La situación de desamparo social, económico y político que azota a muchas naciones del mal llamado Tercer Mundo, ha obligado a muchas personas a hacer lo imposible y aprovechar la más mínima oportunidad para tratar de optar por mejores oportunidades y calidad de vida.
En el contexto de los actuales Juegos Olímpicos Tokyo 2020+1, un joven atleta de origen ugandés sorprendió a la opinión pública, al conocerse de la noticia de su desaparición de la Villa Olímpica.
Se trata del deportista Julius Ssekitoleko, quien desertó de la justa más importante del mundo con el único objetivo de buscar trabajo en Japón y así lograr cambiar para bien las condiciones de vida que obtiene en su país de origen.
De inmediato, la conmovedora historia de Julius se hizo muy popular en Internet y se convirtió en tan solo un ejemplo más de las decisiones extremas que deben tomar algunas personaspara tratar de vivir con dignidad.
“Julius Ssekitoleko; Atleta de Uganda se fuga para buscar trabajo y comenzar una nueva vida en Japón”, se lee en título de la noticia.
Se trata pues, de un caso más que confirma la terrible situación económica, de miseria y hambre, de guerras intestinas a la que se enfrentan las personas en el continente africano. Es un grito desesperado pidiendo auxilio que ya se ha multiplicado en millones de ecos en todo el mundo.
Pero, además, el joven de 20 años de edad tenía un antecedente de sospecha de posible contagio por coronavirus, hecho por el cual se encontraba monitoreado junto a otros atletas como él.
El pesista de Uganda se limitó a dejar una nota en la mesita de su habitación, explicando las razones de su desaparición de los juegos. Dijo que la vida en Uganda ya le resultaba insoportable. Además, en la misma misiva le dijo a sus compañeros que, por favor hiciesen entrega de sus pertenencias a su esposa.
“En el sitio donde pernoctaba Julius solo se encontró una nota en la que explicaba que no tenía intenciones de regresar a Uganda, donde la vida le resultaba complicada”, dijeron los organizadores.
Si bien su deserción encendió las alarmas por parte de las autoridades debido al desconocimiento de su verdadero diagnóstico, resulta difícil juzgar a este hombre. Como se sabe, el continente africano se enfrenta a una difícil situación social que ha traído desolación, depresión y muerte a sus ciudadanos.
Fue por este y otros motivos que Julius Ssekitoleko se escabulló silenciosamente de la villa olímpica de Osaka, Japón, en el ala donde estaba hospedada la delegación del país africano. Su intención era y es buscar una segunda oportunidad para comenzar una nueva vida.