Avi Loeb, jefe del Departamento de Astronomía de la Universidad de Harvard y profesor desde hace más de tres décadas en el prestigioso centro educativo, reveló en una entrevista para Washington Post que una nave de origen extraterrestre se está aproximando al planeta tierra.
“Una nave espacial o parte de ella puede estar volando más allá de la órbita de Júpiter, con lo que los primeros extraterrestres ya están aquí”, dijo Loeb.
El científico se refiere a Oumuamua, que no se trata de un asteroide sino parte de una nave que está en nuestro Sistema Solar.
Algunos miembros de la comunidad científica cuestionaron estas declaraciones, calificándolas como ciencia sensacionalista.
El profesor Loeb ha realizado más de 700 trabajos teóricos en su amplia trayectoria. En la entrevista le preguntaron sobre la hipótesis de la llegada de seres de otro planeta y él aseguró que en el año 2017 el telescopio Pan-STARRS en Hawai, registró un objeto en el firmamento.
“Se movía tan rápido que solo podía proceder de algún lugar fuera del Sistema Solar. Se trata de la primera visita que nos llega desde el espacio exterior de la que tengamos conocimiento”, dijo Loeb.
En el año 2017, tras ese hallazgo, se publicó la teoría de Loeb y de su compañero Shamuel Bialy cuando astrónomos de Hawai detectaron un objeto interestelar muy extraño, rápido y brillante que en principio consideraron que podría ser una estrella.
Al objeto lo llamaron Oumuamua, que del hawaiano significa explorador, la mayoría de los miembros de la comunidad científica reconocieron que podría tratarse de un cometa helado que deambula por el vacío interestelar.
Pero Loeb y su compañero diferían, publicaron un artículo en Astrophysical Journal en el que alegaron que Oumuamua era una vela luminosa que flotaba en el espacio como un escombro de un equipo tecnológico avanzado.
Según Loeb el objeto se movía demasiado rápido como para tratarse de una roca inerte que se distanciaba del sol como si una fuerza la empujara desde atrás.
De acuerdo con lo que dijo el astrónomo el objeto tiene características que lo hacen distinto a cualquier cometa o asteroide con su velocidad, su inusual trayectoria, no mostró desgasificación al aproximarse al Sol y no tenía cola como los cometas.
Loeb mantiene la hipótesis de que es mezquino pensar que estamos solos en el universo o que somos una especie trascendental en la tierra.
Explicó que el objeto tiene una gran longitud y más de un milímetro de grosor, tal vez un cilindro de un kilómetro de largo o una vela de barco, tan ligero y delgado que la luz solar lo está expulsando del sistema.
A pesar de las críticas que ha recibido, Loeb parece no preocuparse por los que contradicen su teoría. Dice que mientras no le demuestren que está equivocado él mantendrá su posición.
“Mucha gente esperaba que una vez que se difundieran sus argumentos me retractaría, si alguien me muestra pruebas de lo contrario, inmediatamente retrocederé. Lo peor que me puede pasar es que me liberen de mis tareas administrativas y eso me daría más tiempo para concentrarme en la ciencia”, dijo a Washington Post.
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