La calvicie, la pesadilla de muchos hombres y algunas mujeres: mirarse al espejo en la mañana mientras te cepillas los dientes y de pronto notas unas entradas que antes no estaban allí; o peor aún, pequeñas pero evidentes partes del cuero cabelludo desprotegidas.
Por ello, pese a que la calvicie no es algo que haga peligrar la salud, ha sido objeto de numerosos estudios para buscar su cura; como el de la Universidad Nacional de Yokohama, en Japón, donde sus científicos han desarrollado una posible solución.
El estudio, titulado: “Formación espontánea de gérmenes de folículo piloso (GFP) in vitro, activando la producción a gran escala de GFPs para medicina regenerativa”, fue publicado en línea en la revista Biomaterials en noviembre de 2017.
Este es un informe que relata cómo los científicos lograron diseñar un contenedor capaz de hacer crecer miles de folículos pilosos (parte de la piel que da crecimiento al cabello al concentrar células madre) adecuados para trasplante, cosa que hasta ahora nadie había conseguido por lo que la mayoría de los tratamientos contra la calvicie se basaba en mover el cabello de un lugar del cuerpo a otro.
Gracias a este envase los científicos pueden cultivar más de cinco mil gérmenes de folículo piloso y transportarlos con facilidad pudiendo así ponerlos en ratones calvos para hacer las respectivas pruebas.
Los científicos de Yokohama son muy optimistas al respecto y afirman que pronto podrían hacerse pruebas en humanos.
“Este método simple es muy robusto y prometedor. Esperamos que esta técnica mejore la terapia regenerativa del cabello humano para tratar la caída del cabello, como la alopecia androgénica”.
“De hecho, tenemos datos preliminares que sugieren la formación de gérmenes de folículo piloso humano utilizando queratinocitos humanos y células papilares dérmicas”, dijo Junji Fukuda, quien es uno de los autores del estudio.
El componente dimetilpolisiloxano es uno de los ingredientes necesarios en este experimento y también es usado en el aceite de freír las papas en McDonald’s.
Este se encarga del acceso del oxígeno a todo el compuesto, es un derivado de la silicona; el cual, en palabras de Fukuda, pusieron en el fondo del envase y resultó muy bien.
En las instalaciones de McDonald’s este componente es parte del aceite y su función es hacer que el líquido no burbujee demasiado evitando así posibles salpicaduras y quemaduras a sus empleados.
En conclusión, no es que las papas fritas de McDonald’s curen la calvicie, sino que casualmente el aceite usado para su preparación contiene uno de los ingredientes que componen la posible cura.
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