Hay tragedias tan grandes, tan devastadoras, que cuesta trabajo comprender cómo hay personas que logran sobreponerse y no ceder ante el dolor y el deseo de vivir nuevamente aquello que perdieron.
Tal es el caso de Lisinda Bruynius, de Inglaterra, quien perdió a su querido esposo y a su bebé al mismo tiempo, cuando una ola colosal se estrelló contra ellos, arrastrándolos hasta el mar. Afortunadamente, esta pobre madre y sus dos hijos mayores sobrevivieron al fatídico accidente, así, han podido apoyarse unos en otros para mantenerse fuertes.
Rudy intentó desesperadamente salvar a su pequeña de 2 años, McKayla, sin embargo, ninguno de los dos lo logró.
La familia se encontraba de vacaciones en Newquay, una costa inglesa conocida por ser un paraíso del surf, cuando decidieron ir juntos a pescar un poco. Siguiendo los consejos de un lugareño, los 5 subieron hasta una roca, donde permanecieron hasta que la marea comenzó a subir sin control.
«Llevábamos ahí aproximadamente 30 minutos y los chicos estaban muy felices. La estábamos pasando muy bien, sin preocupaciones. Pero 5 minutos después el agua subió hasta alcanzar los 2 metros de altura y las olas comenzaron a golpearnos«, cuenta Lisinda. Fue entonces cuando le pidió a sus dos hijos mayores que subieran más alto en las rocas.
Lisinda recuerda el momento exacto en el que le dijo a su esposo: «Esto no es normal».
Rudy, McKayla, quien aún se encontraba atada a su cochecito, y Lisinda estaban en proceso de escalar las rocas para encontrarse con Damian, de 6 años y con Tyrone, de 10, cuando una ola enorme los tumbó. Antes de que les diera tiempo de decir nada, una segunda ola volvió a impactarlos y los arrastró hasta el agua.
Rudy, de 33 años, logró desatar a su bebé del coche y se aferró a ella mientras trataba desesperadamente de salvar sus vidas, sin embargo, no pudo sostenerla por mucho más tiempo. «Miré a mi alrededor y ya no pude ver más a Mckayla en los brazos de Rudy, quien parecía estar flotando en una posición vertical con la cabeza hacia atrás. Nadé hasta él, pero estaba inconsciente».
Los dos hijos mayores de la pareja evidenciaron todo lo ocurrido desde lo alto, en las rocas.
En cuestión de segundos, Lisinda fue arrastrada por la corriente a unos 5 metros de su esposo, quien gritaba por ayuda. «Entre nosotros no pudimos decirnos nada, solo intentábamos hacer nuestro mejor esfuerzo por flotar», recuerda Lisinda. Mientras tanto, la aterrorizada mujer podía escuchar a un hombre en algún punto de la orilla que les gritaba que trataran de preservar su energía y que la ayuda estaba en camino.
Pasaron 15 minutos más hasta que la pareja y McKayla fueron rescatados por los salvavidas, quienes de inmediato le realizaron RCP a Rudy. Lisinda sobrevivió a la catástrofe sin heridas mayores, no obstante, su abnegado esposo perdió la vida en el hospital de Truro esa misma noche, seguido por su pequeña bebé, 4 días después.
Rudy y McKayla partieron al cielo tras haberse ahogado.
«No tuvimos tiempo de reaccionar y mis hijos y yo quedamos devastados por lo que sucedió. Rudy era un esposo amoroso y un padre maravilloso y nos dejó un vacío enorme que jamás podremos llenar. Él era nuestro todo. Lo amamos y lo extrañamos mucho«, afirma la destrozada Lisinda.
«McKayla, nuestra hermosa e increíble bebita, estará por siempre en mi corazón y el dolor que mis hijos y yo sentimos por haberlos perdido a ambos es indescriptible».
El sufrimiento para esta familia ha sido infinito. En estos 8 meses de duelo, Lisinda cuenta que no ha parado de rezar y de esperar que la gente pueda aprender de su tragedia, para evitar que una situación tan espantosa como esta se vuelva a repetir.
Nadie en el mundo debería pasar por esto. Ayuda a Lisinda a regar su mensaje y comparte esta historia con todos tus conocidos.