Desde que se confirmó la noticia de la muerte de Diego Armando Maradona su país se conmocionó, miles de fanáticos empezaron a concentrarse para rendirle homenaje, incluso se han producido protestas por el fallecimiento del hombre de 60 años conocido como “el astro del fútbol”.
Pero este jueves ha surgido una ola de indignación desde que se filtraron imágenes del cuerpo de Maradona porque un trabajador de la funeraria que estuvo a cargo de su último adiós abrió el ataúd para hacerle fotos.
El trabajador aprovechó la oportunidad para abrir el féretro en el que yacía el cuerpo de Maradona y se hizo una selfie. Pero no fue el único, otros dos empleados también se retrataron junto al fallecido.
A ninguno le importó el dolor de la familia que confió en la empresa que les ofreció los servicios de la preparación del cuerpo y el rito de despedida en un momento tan doloroso.
Más pudieron sus ansías de ver al difunto, el morbo y el capricho de obtener imágenes junto al legendario jugador de fútbol que el respeto que merece el cuerpo de cualquier fallecido. Así como el que le deben a sus seres queridos, que, aunque reconocen que Maradona alcanzó la fama en todo el mundo, no justifican que se vulnere su privacidad.
Las imágenes no tardaron en ser difundidas en las redes, y miles de personas condenaron el hecho.
En los medios de comunicación locales aseguran que el empleado identificado como Diego Molina, que tuvo la iniciativa de abrir el ataúd y tomar las fotos fue despedido. Se desconoce si tomaron medidas hacia los otros dos trabajadores que también se retrataron junto al cuerpo.
El abogado de Diego Armando Maradona se pronunció al respecto y dijo: “Diego Molina es el canalla que se sacó una foto junto al féretro de Diego Maradona. Por la memoria de mi amigo no voy a descansar hasta que pague por semejante aberración”.
Cuando recibió la noticia, de inmediato se pronunció en Twitter y ha hecho seguimiento del caso.
Presuntamente Diego Molina habría sido detenido y recuperó la libertad poco después.
El propietario de la funeraria Pinier confirmó que el trabajador había sido despedido de la empresa. Asimismo, se disculpó con los familiares del difunto.
Trascendió que Diego Molina fue el encargado de preparar a Maradona en el féretro tras su muerte el pasado 25 de noviembre y fue quien lo acompañó dentro del coche fúnebre hasta el salón donde lo velarían en la Casa Rosada.
Antes de marcharse, el empleado quiso fotografiarse junto a Maradona, lo hizo tras abrir el ataúd, con su mano izquierda hizo el gesto de levantar el pulgar y con la mano derecha abrazó al deportistafallecido.
La acción de Diego Molina le costó su trabajo y el repudio de miles de personas desde diversos países que lo condenan en las redes.
Pero, además, fue desvinculado del club Argentinos Juniors, del cual era socio.
“Informamos a nuestra masa societaria y medios periodísticos, que por decisión unánime de la Comisión Directiva, se eleva al Tribunal de Disciplina el pedido de expulsión como socio de la persona que se fotografió junto al féretro de Diego Armando Maradona”, escribió un representante de la institución en la cuenta de Twitter del club.
En la Casa Rosada se concentró una multitud de personas desde las seis de la mañana, las autoridades de Argentina también se acercaron para despedirse de Maradona.
El presidente Alberto Fernández, y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, así como el gobernador de Buenos Aires Axel Kicillof, le dieron el último adiós al ídolo popular.
Todos se acercaron al ataúd para acompañar a Claudia Villafañe, quien fuera esposa de Maradona, y sus hijas Dalma y Giannina.
En horas de la tarde cerraron las puertas del salón permitiendo solamente el acceso de familiares, allegados y dirigentes políticos.
Tras los inconvenientes presentados en las calles de Buenos Aires por alteración del orden público, trasladaron el féretro al cementerio antes de lo previsto custodiado por los agentes de seguridad de la Casa Rosada y por militares.
La multitud lanzando piedras y botellas, ingresó a la fuerza al recinto atentando contra la seguridad de los presentes. Se viven momentos de mucha tensión en el último adiós del ídolo de Argentina.